Gustavo Béliz: el influyente funcionario que confía en pocos y tiene un amigo rockero

Volvió para ser mejor. Su influencia en el discurso. Igual ya dijo que sus funciones tienen fecha de vencimiento.

Su tercera experiencia como funcionario de gobierno lo tiene más hermético que nunca. Si se cruza con un periodista en los pasillos de la Rosada, saluda atento pero no suelta prenda. Desconfía de todo y de casi todos. Solo interactúa con el presidente y algo con su Jefe de gabinete.

Gustavo Béliz tuvo muchas dudas de volver a la administración pública. Su vida, la del exilio obligado por el caso Stiuso, estaba bastante resuelta con su asesoramiento para el BID. A ese lugar pretende volver cuando sienta que le acomodó temas urgentes al presidente.

Reforma judicial y Consejo Económico son sus obsesiones. Especulan que tras el primer cambio de gabinete, seguramente a mitad de año, volverá a Estados Unidos.

Hombre de fe y profunda espiritualidad, la vida terrenal y el poder le enseñaron a depositar confianza en muy pocas personas. Por eso su grupo de colaboradores es reducido y hermético. Tiene a uno de sus hijos trabajando con el, a su cuñado Pancho Meritello (Secretario de Medios),  a una colaboradora fiel, Natalia Cabral, y convenció al ex legislador porteño Jorge Srur para volver como Director Alterno del BID por Argentina.

Su esposa, Fernanda, es su sostén y como ferviente católica realiza tareas solidarias y se dedica al cine. Amistades fuera de la política muy pocas. Uno muy especial de los últimos tiempos es el rockero Juanse, quien tuvo una conversión mística. En reuniones del Opus Dei se relacionaron y creció la unión.

Especulan que tras el primer cambio de gabinete, seguramente a mitad de año, volverá a Estados Unidos.

En su paso por Estados Unidos, lo conoció a Marcelo Gallardo, quien estaba terminado su carrera como futbolista en el D.C United.

“Zapatitos blancos” , maduró y las canas le sirvieron para morigerar su ímpetu de ir a todo o nada , como le pasó en el Menemismo denunciado “un nido de víboras ” o cuando mostró en televisión la foto del mandamás de los servicios de inteligencia, en pleno kirchnerismo.

Sin arrepentirse de sus actos , que le dieron fama de impoluto, como Secretario de Asuntos Estratégicos quiere aportar su experiencia para modernizar y profesionalizar la política. El último servicio de un servidor del Señor…