Hugo Sigman, el empresario más cercano a Ginés, es parte de la guerra silenciosa por la vacuna

La carrera por encontrar una cura contra el coronavirus se convirtió en una competencia entre los laboratorios internacionales por quedarse con contratos con los estados a largo plazo. Y la Argentina no es la excepción.

El 2 de noviembre, el presidente Alberto Fernández sorprendió al decir que el país comparará 25 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V. Solo cinco días más tarde, AstraZeneca, el laboratorio británico que desarrolla una con la Universidad de Oxford, aseguró que el Gobierno le compraría 22 millones de dosis de la suya.

La proximidad del anuncio de la británica sobre la rusa no hizo más que confirmar el apetito de los empresarios farmacéutico por sellar contratos sobre ensayos clínicos aún no concluidos. Y Hugo Sigman, CEO del Grupo Insud, que producirá el principio activo de la vacuna de AstraZeneca y Oxford, es clave para entender la competencia.

Si bien Sigman reiteró que “AstraZeneca es quien vende la vacuna, ni Mabxience (parte de Insud) ni Liomont (envasadora) pueden venderla a gobiernos ni a privados”, lo cierto es que el negocio del empresario argentino comenzará una vez que la Anmat apruebe el desarrollo británico.

Una fuente política con mucho conocimiento del mundo farmacéutico le explicó a Expediente Político que el verdadero negocio estará en la pospandemia como sucedió con la anterior pandemia: la de la gripe A del 2009. Así lo recordó la fuente: “Sigman consiguió que el Estado se comprometiera a comprarle 10 millones de dosis de la vacuna contra la gripe A por año, pero varios años sobraron y nadie sabe dónde fueron a parar”.

En aquella época, Sigman ya tenía desarrollado el principio activo contra la gripe A. En consecuencia, tras una reunión con la por entonces presidenta Cristina Kirchner, el Gobierno realizó una licitación que justamente ganó su laboratorio por varios años. Pero no solo eso: también se quedó con la producción de la del neumococo y la de HPV. Y, lógicamente, con la obligatoriedad a través del calendario oficial de vacunación.

Sigman sabe tejer relaciones. No solo conoce al ministro de Salud, Ginés González García, de los tiempos del colegio secundario sino que en la época de la gripe A se hizo amigo del también ministro de Salud Juan Manzur. Entre los dos ocuparon aquella cartera 11 años de los últimos 20 años. El empresario siempre estuvo cerca. Y encima el miedo desplegado por los medios contra la vacuna rusa no hace más que favorecerlo.

Pero sus vínculos exceden ampliamente al kirchnerismo. recordemos que Mauricio Macri se hizo tiempo para almorzar con Sigman en Madrid en uno de sus viajes al exterior. 

En ese contexto, diputados de Juntos por el Cambio hicieron un pedido de informes al Ministerio de Salud para saber “si existe algún convenio realizado entre el Estado y los laboratorios AstraZeneca y Mabxience en conjunto con la Fundación Slim y el Grupo Insud, donde el Estado se comprometa a comprar las vacunas, en caso afirmativo indique el plazo de duración, el monto de las vacunas comprometidas y el monto dinerario acordado”.

Sigman, mientras tanto, sigue adelante: acaba de anunciar que el 23 de noviembre comenzará oficialmente a producir el principio activo de la vacuna que le hará ganar oro.