Intendentes del PJ al borde del infarto: esperan la palabra de Cristina

La mayoría de los jefes comunales ya cerraron su destino con la ex mandataria.

Parece un dilema hitchcockniano” no apto para cardíacos. Cristina siempre ha sido la Maléfica misteriosa que decide lo que ella quiere y cuando quiere. Sus acólitos ya lo aceptaron. Los del ejército de los pragmáticos se quedaron encerrados en un dilema. Saben que Cristina les garantiza el piso para cerrar un papel digno pero también acusan el temor a ser cenizas para construcción del 2019.

Gran parte de la culpa de su eterna presencia la tiene sus más fanáticos adversarios que, al tenerla siempre presente en sus peores deseos, la mantienen en la agenda pública. El acto de Sarandí fue la consolidación de esa centralidad.

Los intendentes aplaudieron como actores de reparto y a estas horas de cierres de listas los carcome una pregunta:¿podrán vertebrar votos sin el sello del PJ?

Los principales del conurbano profundo están con Cristina. Solo dos quedaron afuera.Uno por decisión propia. Juanchi Zabaleta sabe que no hay pacto que persista para después de las elecciones de octubre y que

La Cámpora se la tiene jurada. El cuerpo legislativo de Hurlingham es presidido por un peronista adversario. Se trata de del cuñado del “Cuervo” Larroque, Martín Rodríguez, quien tiene la misión de rodearle el rancho a Juanchi, un ex compinche de Boudou que decidió tomar distancia. Cerrar con Cristina sería su final y por eso su única salida es Randazzo.

Otro es el caso de Gabriel Katopodis, intendente de San Martín, quien quiso cerrar con el Cristinismo y le cerraron la puerta por impugnación ideológica. Demasiados saltos en los espacios del peronismo, difíciles de digerir para la Madre del Relato, que por más que se vista de globos amarillos sigue siendo claramente ideológica.

Las lista a los que se les cerrará las puertas en el kirchnerismo se completa con Emilio Pérsico y el Chino Navarro. A ellos no se les perdona sus acuerdos con la gobernadora Vidal.