Intendentes temen que la inseguridad se los lleve puestos

La zona oeste del Gran Buenos Aires es un colador de secuestros exprés, asaltos a mano armada, entraderas y salideras. Las promesas de mayor control policial , con al declaración de la emergencia de seguridad, no logró mayores variantes al drama que viven miles de vecinos. Un territorio azotado por motochorros y bandas que parecen operar en territorios liberados. Días atrás, el intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, estalló ante el Ministro de Seguridad Alejandro Granados, a quien le reclamó  la remoción de la cúpula policial local, más la misma medida en el partido vecino de Moreno, que maneja Mariano West. Lo primero se le concedió. En cambio, lo segundo,

el desplazamiento del Jefe de la Departamental de Moreno, no contó con  el apoyo de West, señalado como permeable y hacer la vista gorda sobre ciertos desmanejos de los uniformados. El agravante fue que un día después la hija de Descalzo sufrió una entradera, episodio que fue calificado como “extorsivo” por parte del jefe comunal, vinculándolo como un apriete de la policía.En tanto, Granados hizo catarsis, en el programa de Nélson Castro, y dijo que “no se puede hacer magia” con respecto a el esfuerzo de la bonaerense.