Justicieros al tope

Todas las encuestas favorecen la justicia por mano propia. Por ejemplo una que consumió el gobierno fue la de Aragón. Los consultados opinaron sobre el caso del médico Lino Villar Cataldo, quien mató a un delincuente. El 54,8% consideró que la acción del médico fue correcta, mientras que el 26,7% sostuvo la opinión contraria. Según la estructura social, entre los miembros de la clase alta, sólo el 26,7% imitaría al médico, entre los de clase media lo haría el 35,8%, y entre los miembros del sector de menores recursos la frecuencia de esta respuesta alcanza el 48,7%.