Kicillof: un gato, Cristina y las cárceles

Un discurso colorido y encendido. Las diferencias con Alberto. El particular manejo en las redes sociales.

Kicillof es mascotero. Había adoptado dos gatitos en una visita al partido de Quilmes, en plena camapaña a gobernador. No se sabe a ciencias ciertas si uno de estos animalitos le sirvió de extra en el video institucional que colgó en las redes, condensando su performance en la apertura legislativa.

En su prosa discursiva se destacó el acento de mayor volumen kirchnerista que el antecedido por el presidente de la República, que fue componedor y aperturista a buscar consensos. Alberto y Cristina no asistieron por problemas de agenda. En su retórica, sin leer, mencionó en varias oportunidades a la ex mandataria y una sola a Alberto.

La movilización externa a el palacio legislativo platense, fue de mayor envergadura a la del 1 de marzo en el Congreso de la Nación. Los intendentes, pese a reparos pre existentes, le dieron un colorido especial con micros repletos de militancia y vecinos de barrio.

Las bancadas del Pro y el radicalismo tuvieron que bancar la soronidad de las tribunas en galerías. Se rieron del furcio cuando dijo: “Hubo abandonamiento….”. Corrigió enseguida por “abandono”, en referencia a la política social de Vidal.

A la vez, tomaron como un confesión cuando criticó el aumento de la población carcelaria. “Parece que quiere los presos afuera”, simplificó un voz del Pro.

Anoche, Kicillof la siguió en el regreso de Animales Sueltos. Reconoció su lealtad a Cristina y también criticó el morbo público por ver cuando se pelearán dentro del tándem presidencial.