A Monzó lo aplaudieron todos, pero La Cámpora barrió con su gente

Si bien había un acuerdo hasta marzo, la agrupación de Máximo Kirchner aprovechó enero para romperlo.

Lo que parecía una buena transición en Diputados, por la relación entre Emilio Monzó y Sergio Massa, tuvo su peor final. El acuerdo que habían sellado el presidente saliente con el entrante de la Cámara Baja no fue sostenido por La Cámpora, que aprovechó enero para pisar fuerte.

En un primero momento, y tras las charlas entre Monzó y Massa, se había acordado que la ex secretaria administrativa, Florencia Romano, continuaría en su cargo hasta marzo. Sin embargo, eso apenas duró algunas horas y allí la agrupación que lidera Máximo Kirchner puso a Rodrigo Rodríguez, ex diputado, relegando a Romano al cargo de prosecretaria.

El acuerdo de continuar hasta marzo también incluía a los directores que respondían a Romano, pero tampoco se cumplió. La Cámpora aprovechó la tranquilidad de los primeros días de enero para correr a todos los directores que venían de la línea de Monzó, obviando lo que Massa había sellado.

Incluso a algunos les llegaron a pedir que vacíen sus oficinas el mismo 31 de diciembre, a pocas horas del inicio del año nuevo. Todavía esos movimientos no se formalizaron en despedidos, con lo cual hay muchos ex funcionarios de la Cámara que están viendo donde reubicarse. Otros directamente quieren irse de Diputados.

Sumado a esto, en las primeras dos semanas del año se vio a muchos asesores de diputados de Juntos por el Cambio visitando las oficinas de personal. Denunciaron que no les depositaron el sueldo en tiempo y forma, algo poco habitual para la Cámara Baja. Algunos recién cobraron el día 15 de enero.