La Cámpora intenta no hacer olas y dejar ser a Alberto

Hay una orden interna de evitar declaraciones de alto perfil. El rol articulador de Máximo y Wado de Pedro. El Nestorismo como antídoto del miedo a Cristina.

Juan Debandi es uno de los ganadores en la interna bonaerense que puede exhibir La Cámpora, en Tres de Febrero. Tiene muchas chances de destronar al intendente de Cambiemos, Diego Valenzuela, muy preocupado por municipalizar la elección de octubre y resistir el voto anti Macri.

Debandi y otros encumbrados de la agrupación juvenil Kirchnerista recibieron un Manual de instrucciones de campaña que se podría sintetizar en “olvidarse de profundizar el debate ideológico y apuntar a la gestión”. Las líneas principales están contenidas en un grupo de WhatsApp que tienen los miembros de la organización. 

Las PASO demostraron lo beneficioso de la estrategia, ya que la pobreza y los errores del macrismo hicieron lo demás. El no irritar la delicada acción de unidad que emprendieron dentro del peronismo, Cristina, Alberto, los intendentes bonaerenses, es el fin principal.

Los resultados del escrutinio definitivo ensancharon la ventaja de Áxel Kicillof sobre la gobernadora Vidal. El candidato a gobernador del Frente de Todos logró empatizar con un electorado de clase media desencantado por las políticas oficiales. Si alguna vez tuvo huellas de pertenencia con La Cámpora, en su campaña se cuidó de recordarlo.

Una campaña austera pero muy inteligente, abordo de su Clio, y rodeado de amigos y colaboradores. Su rostro de sonrisa permanente no le impidió ponerse serio y apuntar a la herencia acumulada de frustraciones entre los bonaerenses. ¿Suena algo parecido al formato de la buena onda en el arranque del 2015 del macrismo?

La socióloga Sol Montero lo expresó con claridad en una articulo de la semana denominado La Mayonesa y el Albertismo. En el mismo, la especialista del Conicet trazó una analogía cuando se ponen diversos ingredientes para que cuaje una mayonesa. Ubica aquel video de Cristina del 18 de mayo pasado, como un mojón central de la unidad que luego sumó los votos de Sergio Massa.

Cristina reapareció de su viaje a Cuba, volviendo a la campaña sementada con un agite moderado y sin revanchismo. Dijo que desde la muerte de Néstor se acercó más a la gente.

La Cámpora, bajo la tutela de Máximo y la articulación política de Wado de Pedro, sabe que el Cristinismo se recostará en la construcción de un camino alternativo pero dede la provincia con Áxel.

La idea es evitar la confrontación directa con el Albertismo y reconstruir la idea de que Néstor fue la síntesis de pragmatismo y la gobernabilidad, algo que Cristina, por su forma de agitar los debates y lo irreductible en sus posturas, limó al final de 12 años de gobierno.

“Nestor era Vandor, apretaba y apretaba y después te abrazaba para negociar“, contó a este medio un sobreviviente de las dos etapas.

Le problema es que lo que se piense en la previa pueda ser ejecutado a partir del devenir de los meses aciagos que le esperan al país con salarios despreciados y recursos agotados en una nación endeudada hasta la médula.

La nueva “juventud maravillosa” puede llegar a juzgar a sus dirigentes que bancan la política anti Grieta de Alberto, sacando fotos con Ceos demonizarlos o con la mesa empresarial del campo. ¿Durará el manual de buenos modales o se quemará con la configuración de un Frente de futuro gobierno, con tantas líneas divergentes que componen la mayonesa?