La Cámpora se quiere quedar con el control de la Biblioteca del Congreso

Debería pasar al Senado luego del recambio legislativo.

La Biblioteca del Congreso siempre fue una caja política codiciada y un lugar utilizado para ubicar militantes y amigos. No es nuevo. Hay capas geológicas de radicales, peronistas y otras fuerzas políticas en el listado de empleados. Decenas de ñoquis que nunca aparecen y hasta hubo casos de funcionarios que aparecían solo para fichar.

Durante años ese organismo estuvo a cargo del senador pampeano Juan Carlos Marino, que en diciembre deja su banca luego de seis años. Durante la pandemia el control de la Biblioteca pasó a Diputados. De hecho, actualmente figura como presidente el diputado Carlos Américo Selva, un hombre que fue intendente de Mercedes de la mano de Sergio Massa. Entre las autoridades, Marino había quedado relegado al cargo de secretario.

Con el recambio legislativo de fin de año, el control de la Biblioteca debería volver al Senado, porque se rota cada dos años. Pero La Cámpora, que ya puso un pie en esa repartición, presiona para que siga en Diputados, pudo saber este medio.