La Casa está en orden: Durán Barba y Sanz coinciden en la cohesión del modelo Macri

El primero llamó a Macri “dirigente de izquierda” y el radical dijo que es el gobierno más progresista después del 83.

El triunfo del domingo puso en paréntesis los matices o diferencias que atraviesan la llamada coalición de gobierno, que en realidad funciona como tal solo desde lo parlamentario. En la Rosada manda el color amarillo, y en esa tonalidad la mesa del poder: Macri, Marcos, Lopetegui y Quintana.

Por supuesto hay un gran titiritero del nuevo Relato. El gurú ecuatoriano Jaime Durán Barba pasó a ser un consagrado indiscutido hasta por los menos creyentes en el marketing político, como pueden ser algunos veteranos radicales. Ahora, lo escuchan extasiados…”como sabe este ecuatoriano…”

Días después del domingo consagratorio, se implantaron las bases que tendrá el Relato de segunda mitad de mandato. Durán Barba les dijo a Los Leuco que Macri es un “dirigente de izquierda”, claro que de una izquierda moderna agiornada, nada parecida a las juveniles marchas que el consultor adhería en otrora tiempo como militante Troskista.

¿Qué quiso decir ? Veamos…

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Habló de la extinción de la clase obrera siendo reemplazada por la robótica. De que Macri es la única salida ante el desprestigio de la política. “Mauricio está obsesionado para terminar con la pobreza”, subrayó. “PC ahora es Personal computer”, se soslayó.

Todas frases brutalmente pragmáticas del profeta de Cambiemos. Se mostró estudioso de los mandatos del General Perón. Cuando Alfredo Leuco le pidió una etiqueta para definir a Macri, sobrevino la respuesta sorprendente: “Macri es la nueva izquierda porque quiere transformar la realidad”.

Dejó más títulos para la Placa Amarilla: “Esteban Bullrich es la encarnación de Sarmiento” o “la familia Maldonado tiene una ideología militante que siempre va a estar enojada con este gobierno”.

Cambiemos lo subió por primera vez al escenario de la mano de María Eugenia Vidal, y se abrazó con todos menos con Elisa Carrió, con quien mantiene una disputa personal.

Por su lado, Ernesto Sanz salió de su mutismo e hizo su aporte de ponerle un sello al momento del gobierno: “Después de Raúl Alfonsín, no hubo un presidente más progresista que Mauricio Macri”.

Admitió que “por decir esto me van a putear”, pero recalcó: “Lo ratifico, y estoy dispuesto a dar el debate sobre cuál es el verdadero progresismo en la Argentina”, le narró a Novaresio en Infobae.

“El progresismo estético hundió sus raíces culturales muy fuerte. De la boca para afuera eran progresistas pero en la práctica dejaron un 30 por ciento de pobreza”, agregó.

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El nuevo Relato es construir de Macri un líder “progresista”. Las discusiones hacia adentro pasan por no creérselas y pensar en el 60% que no los votó. Copar todo el espectro que se pueda, y evitar que surja una coalición de centro izquierda. La confusión del peronismo, aturdido por la derrota, les permite soñar en grande.