La curva que el Estado no puede controlar: el coronavirus villero

Las villas de emergencia porteña explotaron de casos. Los controles llegaron tarde. El temor a los narcos y el dificil escenario de los barrios populares en el Conurbano.

El primer aviso fueron los médicos y la falta de materiales protectores para cuidarse de la infección. Después fueron los geriátircos, esos lugares olvidados por la sociedad, en donde debieron hacer clausuras por la propagación del virus. Los adultos mayores que más encerrados están fueron víctimas de la falta de control.

Finalmente, el partido de la curva sinuosa se juega en las villas de emergencias, sobre todo en las de la ciudad. El gobierno porteño entendió que, en esos tres sectores de riesgo, se saldará el destino final del éxito o el fracaso de la batalla final, por eso focalizaron todos los cañones en testeos en las últimas horas.

Hay más de 600 casos de coronavirus en las villas de la ciudad. Representan el 25 % de todos los casos detectados en la ciudad.

La Villa 31 de Retiro y la Villa 1-11-14 en el Bajo Flores son los dos epicentros del contagio. En la última, el estado porteño tardó en penetrar ya que hubo cierto temor a la reacción de bandas relacionadas con la droga que son las que mandan, según agentes sociales que ariesgan el día a día.

El tema del suministro del agua fue otra muestra de abandono y provisto de internista político. El Gobierno de la ciudad le pasó la pelota a a AYSA y la empresa liderada por Malena Galmarini viceversa.

Todavía el pico de la pandemia al país no ha venido. Larreta cuenta a los suyos que la esperan en las próximas dos semanas. La reapaertura de algunos sectores comerciales y los paseos de cercanía con los chicos, los fines de semana, ha generado un fuerte debate interno. ¿Estaremos haciendo bien?, algunos interpelaron en la mesa chica.

La Villa 31 de Retiro y la Villa 1-11-14 en el Bajo Flores son los dos epicentros del contagio. En la última, el estado porteño tardó en penetrar ya que hubo cierto temor a la reacción de bandas relacionadas con la droga que son las que mandan, según agentes sociales que ariesgan el día a día.

Volver para atrás es una posibilidad, si los contagios comenzaran a crecer en tonalidad preocupante. Con una sociedad bastante indisciplinada, volverla a enjaular será todo un costo político.

El éxito y el fracaso son dos amigos que bailan en la incertidumbre global. Modelos externos son cambiantes para tomar de buen ejemplo, ya que en Europa abren y cierran actividades segun la dinámica de los acontecimientos.

La Jefa de la cartera política bonaerense, Teresa Rodriguez, se acopló al sentimiento de los intendentes peronistas que no quieren aflojar demasiado la cuarentena por temor a la circulación comunitaria del virus.

«Son 7 millones de personas en una extensión de territorio no muy grande, lo cual indica que hay mucha densidad de población, sobre todo en el primer y segundo cordón”, sostuvo Teresa.

“Tenemos cerca de 1.200 barrios humildes, vulnerables, en el primero, segundo y tercer cordón, y ya sabemos que el virus circulando en estos lugares hace estragos”, agregó la ministra.

Por intermiedio de la funcionaria polítidca, el gobernador recibió a Federico Achával, Leonardo Boto, Leonardo Nardini, Ariel Sujarchuk y Alberto Descalzo y escuchó razones.

Alberto, Horacio y Axel son un equipo con matices pero el mismo destino: sobrevivir a la pandemia y el humor social. La salud política también es prioridad.