La Eva china que dice tener una sobredosis de Cristina

Es escritora y tradujo al mandarín un libro sobre la ex presidenta. Canta la marcha peronista aunque piensa que el partido creado por el General no sabe de economía.

Su documento chino dice Lu Xia. Significa Luna Roja. Desde que llegó a la Argentina (2011), como una aventura entre el cielo y el infierno, se hace llamar Eva Blanco. Empresaria, escritora, actriz, traductora, estudiosa de la política y la economía. Todo eso abarca este verdadero personaje que tradujo al mandarín el libro de Sandra Russo: La Presidenta.

Es autora de la primera novela escrita en lengua castellana por una migrante China: Ida, una historia autobiográfica de empoderamiento.

Su perspectiva feminista la consolidó en la Argentina, donde una mujer puede pagar una cuenta o hablar de política de igual a igual sin tener que pedir permiso a nadie. Esa libertad a Eva la cautiva.

Se siente cómoda con el peronista: “Soy 80 por ciento peronista”. El 20 que le falta está en la crítica sobre el mal desempeño económico del oficialismo. Eva está enamorada de la imagen de Cristina. Convencida que habría sido una mujer también muy importante, en el caso de haber nacido en China, siempre guarda el deseo de llegar a tener una charla con ella, mas allá de verla a lo lejos en los actos políticos.

Fue en una edición de la Feria del Libro que tomó contacto con lo que comenzó como un hobby, terminó siendo una pasión por la figura de la ex presidente. Asegura que tradujo el trabajo sobre Cristina por interés propio ya que los temas de “mujer y poder le atrajeron siempre.

Tengo una sobre dosis de Cristina”, cuenta la simpática empresaria de vinos que todas las noches antes de dormir escuchaba los discursos de Cristina.

La Eva China vivió antes en Estados Unidos, potencia mundial de la que se distancia desde un punto de vista filosófico. Condena que los norteamericanos quieran imponer su modelo a todo el planeta. “Tienen un diccionario para el Mundo de lo que debe ser la libertad y un estilo de vida”, plantea con sesgo serio.

 

Tiene muy claro que ninguna empresa invertiría en una país con tantos vaivenes como ocurren en nuestras pampas, demasiado refractarias en las reglas que tiene el mercado. Ida, se trata de un grupo de mujeres chinas que viven en nuestro país.

Poniendo comparaciones sobre la mesa, está convencida que con el peronismo mejoró la relación bilateral, en cambio “el macrismo solo quiere hacer negocios”.

Describe como se traduce la falta de confianza en las actuales circunstancias económicas, con muchas empresas chinas en retirada, aunque resalta que si no hubiera sido por Néstor en su visión política nunca se hubieran ingresado por la Argentina.

Eva siente que es la verdadera línea China del peronismo y blanquea que tiene vocación para llegar a ser intendenta o diputada ¿Por qué no? Para empezar entona la marcha peronista mientras espera el llamado del “Pueblo”.