La expropiación sigue su marcha, la justicia investiga y Cristina apunta en el Senado

El juez Ercolini habilitó la feria por una denuncia penal de la UIF. La ex presidenta abre la Comisión Investigadora. Alberto tiene pocas posibilidades de jugar en el centro.

La reunión en Olivos con los directivos de Vicentín pareció una puesta en escena. La decisión de expropiar la compañía parece echada. Las cacerolas inquietaron y la reacción contraria del pueblo de Avellaneda, en el norte de Santa Fe, también.

Sin embargo, el animo es hacer tronar el escarmiento a una cerealera que tuvo connivencia con Mauricio Macri, haciendo importantes aportes para su campaña y que además manejó muy mal la crisis de la empresa, endeudándose a troche y moche.

Casi en sintonía con la estrategia política, la Unidad de Investigación Financiera (UIF) hizo una presentación penal contra los dueños de Vicentín y ex funcionarios del anterior gobierno, incluido Maurcio Macri.

El juez Julián Ercolini abrió su despacho en plena feria pandémica para activar la investigación por posible fuga de capitales y vaciamiento de Vicentín, a través de maniobras que excederían la impericia.

Omar Perotti, gobernador de Santa Fe, tuvo que representar un difícil equilibrio al comunicar las instancias negociadoras. “Esperamos una oferta superadora”, repitió como un rezo anti expropiación. Sabe que sus coprovincianos ven la intervención como una interferencia que puede robarles ese lugar de pertenencia.

El conflicto con la cerealera tuvo al ministro de producción santafesino al borde de la renuncia, ya que venía negociando otro tipo de salida, por la vía privada.

A ellos no les importa, en pricipio, si el CEO Sergio Nardelli cometió maniobras evasivas que pusieron en riesgo las fuentes laborales y o el Banco Nación (gestión macrista de Javier Gonzáles Fraga) le diera  $18.500 millones en contra de las normativas del banco, en plena crisis económica.

El juez Julián Ercolini abrió su despacho en plena feria pandémica para activar la investigación por posible fuga de capitales y vaciamiento de Vicentín, a través de maniobras que excederían la impericia.

Por su parte, las espadas k al mando de Cristina en el Senado, potenciarán el debate político a favor de expropiar, habilitando una Comisión Investigadora. El proyecto de ley entrará por esa Cámara y le pertenece a la senadora Anabel Sagasti. Fue la misma mendocina que impuso el discurso de “soberanía alimentaria” para justificar la medida radical.

Otro mendocino, el empresario y ex menemista José Luis Manzano, estaba en la pole position de los compradores privados. Enterados los k estallarón y lo vetaron.

Preguntas que se harán en el debate político y la investigación: ¿Es cierto que Vicentín venía evadiendo millones a través de una triangulación del cereal entre Argentina, Paraguay y Uruguay? ¿Hubo adulteración de papeles que ahora la flamante intervención revisará?

Da la impresión que el presidente acoplado a esta estrategia, lo que hizo con la reunión en Olivos fue ganar tiempo y seguir avanzando. En una guerra queda poco espacio para los llamados neutrales o los que quieren convencer desde el centro.