La Ferrari negra de Elaskar está patentada en Santa Cruz

La causa por lavado de dinero que involucra al “valijero” Leonardo Fariña, al financista Federico Elaskar y al empresario Lázaro Báez, nuevamente conduce a Santa Cruz. La Ferrari 430 que compró el ex dueño de la financiera SGI en enero de 2011 con un bolso repleto de dinero, está registrada actualmente en el Registro Automotor de Pico Truncado, una pequeña ciudad petrolera ubicada a casi 700 km al norte de Río Gallegos. El vehículo de alta gama figura a nombre de Enrique Eduardo Verde, un empresario del norte santacruceño que, en diálogo con Clarín, admitió que fue propietario de la “cupé negra”, pero dijo que la vendió hace más de un año y que se encontraría en Buenos Aires.

En junio de 2013, cuando declaró ante el juez federal Sebastián Casanello, Elaskar admitió tener la Ferrari 430 dominio GUA 681, que compró en 2011 a US$300.000. Según el Registro del Automotor provincial, el auto es ahora de Verde, un empresario con domicilio fiscal en Las Heras (Santa Cruz) y Comodoro Rivadavia (Chubut) por sus actividades empresariales vinculadas al petróleo. Según pudo saberClarín, a través de la empresa Vermaz SRL, Verde le presta servicios a Pan American Energy. Entre sus antecedentes comerciales también figura una empresa productora de lana y otra dedicada a la actividad turística, denominada Agreste Patagonia SRL. Verde además es un reconocido corredor del Turismo Carretera. Y preside el Auto Moto Club de Comodoro Rivadavia.

Clarín consultó ayer al empresario santacruceño por la Ferrari. Verde se negó a dar detalles. Sostuvo que la tuvo en su poder “durante seis meses” y que la consiguió a través de “un amigo”, a quien no identificó. Tampoco reveló datos sobre el supuesto dueño actual ni la suma final de la transacción. El empresario señaló que había pedido en reiteradas oportunidades que se realice la transferencia del vehículo, que fue trasladado a la provincia de Buenos Aires.

Según la versión de Verde, la Ferrari 430 la vendió “hace poco más de un año”. Pese al valor del auto, nunca habría realizado la transferencia. El empresario afirmó que cuenta con toda la documentación, pero no la puso a disposición de este diario.

El empresario Federico Bonomi declaró en los últimos días, tal como reveló ayer Clarín, que le vendió el auto en el verano de 2011 a Elaskar a través de un amigo en común. La operación se cerró en pocas horas. Elaskar apareció en el Banco Patagonia con “ tres pendejos y una persona de unos cincuenta y pico de años”, dijo ese empresario en su declaración testimonial. Los “amigos” de Elaskar dijeron delante de Bonomi que ya habían comprado una Ferrari California. Elaskar nunca se hizo cargo de la compra en primera persona. No obstante, ante la Justicia admitió haber comprado el auto a nombre de la firma Vanquish Capital Group, una financiera creada por él mismo en 2009. Este caso es uno de los tantos de la flota de autos de alta gama que ambos compraron en el primer semestre del 2011 cuando lavaron 55 millones de euros que habría sido de Báez y su entorno.