La Gendarmería monitoreaba los datos de efedrina en la Sedronar

La gestión de José Granero al frente de la Sedronar se destacó por una alta, y llamativa, presencia de la Gendarmería. Al menos tres ex jefes de esa fuerza controlaron el sistema informático del Registro de Precursores Químicos, donde estaban archivados todos los datos sobre las compras de efedrina, un escándalo que salpica al Gobierno hasta el día de hoy.

¿Cómo llegaron los gendarmes a la Sedronar? “El vínculo lo hizo Luis Zacarías, quien venía desde el menemismo, pero se afianzó durante el kirchnerismo, a partir de la inundación en Santa Fe ( de 2003)”, contó un ex empleado de la Rosada. Luis actualmente trabaja cerca de la Presidenta, aunque no apareció en los últimos actos.
Su hermano, Miguel Zacarías, un amigo de Néstor Kirchner, acercó a los gendarmes cuando aterrizó en la Sedronar, tal como adelantó Clarín el domingo. El comandante mayor ( R) Eduardo Díaz y el comandante general ( R) Juan Rossomando, un experto en Comunicaciones, asumieron el control del sistema informático del Registro de Precursores ( RENPRE), operado, solo en las formas, a través de Globalsis SRL, una empresa muy vinculada con la Gendarmería.
El Registro estaba copado por la Gendarmería”, se sinceró un empleado de la Sedronar en diálogo con Clarín.
En el 2009 también desembarcó José Ricardo Spadaro, otro ex jefe de Gendarmería nombrado recientemente en la provincia de Santa Fe al frente de la Secretaría Análisis y Articulación de Procesos Interministeriales. Spadaro es un experto en seguridad y narcotráfico.
La influencia de la Gendarmería sobre los datos de la Sedronar fue muy amplia. Según consta en la causa judicial que lleva adelante la jueza María Servini de Cubría, se detectó una “coadministración de la base de datos” por parte de GlobalSis, un proveedor privilegiado de Gendarmería.
Fuentes judiciales confirmaron ayer que diversos usuarios modificaron datos de las transacciones de efedrina y manipularon los permisos de acceso, aunque esa línea de investigación no se profundizó porque “la información de las importaciones se obtuvo de la Aduana”.
La maniobra fue tan burda que, en medio de la salida de Granero, uno de esos usuarios, “se conectó al sistema desde la dirección de IP 200.32.120.195 registrada a nombre de Gendarmería”. También se detectó que otro usuario podía acceder a 577 opciones en el sistema, mientras que el titular de la Sedronar apenas disponía de 11. Pero el operativo de “limpieza” dejó rastros.
Las tablas de inspecciones, de sanciones y los sumarios estaban vacías en febrero de 2012, cuando se produjo la intervención del Registro de Precursores.