La grieta llegó al diván: una sociedad irreconciliable

Psicoanalistas y gurúes de un lado y del otro. Acusaciones desopilantes. Un país agrietado al extremo.

En los últimos años la política tradicional tal cual se conocía le dio un lugar destacable a consultores externos que van más allá de los publicistas o asesores de imagen: gurúes y psicoanalistas se metieron en el pantano y como no podía ser de otra manera la grieta llegó al diván.

De Durán Barba y el PRO ya se ha dicho mucho y quedó más que claro su rol dentro del Gobierno. Incluso hace algunas semanas se “blanqueó” su cargo y su sueldo como asesor presidencial. Él y Marcos Peña diseñan la estrategia de Cambiemos en la campañas. “Cristina me copió el manual”, sacó chapa el ecuatoriano en una entrevista con el diario El País de España.

Ahora esta semana salió a la luz el nombre de un psicoanalista al que Cristina lee. Se trata de Jorge Alemán, quien negó absolutamente la relación con la ex presidente. De cualquier forma, no dudó en elogiarla: “La he escuchado y uno aprende de ella”, señaló.

Más allá de los conceptos que Cristina toma del ex agregado cultural en España, tiene su propio asesor de imagen. Más parecido a lo que realiza Durán Barba con Macri. Antoni Gutiérrez-Rubí es español y fue el que le recomendó hacer la campaña “ausente” que hizo. Tanto el español como Alemán distan bastante de los conceptos de Durán Barba.

Alemán en términos políticos es un discípulo de Laclau, ferviente defensor del populismo latinoamericano. En materia de psicoanálisis admira a Jacques-Marie Émile Lacan. El ecuatoriano tiene su formación ligada en la izquierda pero con el correr de los años apuntó a ver la política desde otro lugar bien diferente.

 

Andahazi, por otro lado, agitó el debate en tv, a propósito de un psicoanalista que escribió una provocativa nota en Página 12, donde habló de “masoquismo anal” con respecto a pacientes que votaron a Cambiemos.

El autor del Anatomista señaló en Los Leuco que hay psicoanalistas k que a sus pacientes “los discriminan o buscan incentivarlos en las sesiones a cambiar de postura política”. Intelectuales, cada cual con su manual, y desde los extremos de la grieta.