La guerra fría entre Angelici y D’Onofrio sumó otro capítulo

Los presidentes de los clubes más importantes del país volvieron a cruzarse. Una historia que lleva dos años de desencuentros.

La relación dirigencial entre River y Boca está ligada desde hace un tiempo por una cuerda muy fina, que se puede romper en cualquier momento. Comenzó con el episodio del gas pimienta en la Bombonera y, desde entonces, hay fuego cruzado.

A D’Onofrio no le gustó que Chiqui Tapia ofreciera la Bombonera para el partido entre Argentina y Perú. De todos modos, aclaró que irá a ver el partido y que si le toca sentarse junto a Angelici habrá saludo y abrazo. “Todo sea por el bien del fútbol argentino”, dijo en Fox Sports.

De las puertas para afuera, D’Onofrio y Angelici apelan a lo que indica el protocolo. “Tenemos un lugar reservado para que venga a alentar a la Selección”, avisó el presidente de Boca.

De todos modos, D’Onofrio aclaró: “Todos los de Boca nos quieren ver perder. Es un sentimiento natural”. También sabe que las diferencias trascienden los futbolístico. Que hay razones políticas que la separan. Aunque, claro, no lo reconoce. “No hay distanciamiento con Boca”, refuerza. Mentiras.

La goleada de River ante Wilstermann por la Copa Libertadores fue la última aspereza. “Parecía un equipo amateur”, dijo Angelici, luego del 8-0 del equipo de Gallardo. “Es lógico que si el hincha de Boca prende el televisor para ver el partido y ve que ganamos 8-0, le duela mucho”. “Imaginarán que esto es difícil para mis amigos”, chicaneó. La guerra fría continúa.