La Justicia electoral hizo el primer paro desde la vuelta de la democracia

Por primera vez desde que Raúl Alfonsín asumió la presidencia en 1983, los empleados de la justicia electoral realizaron un paro total de actividades. El motivo fue que, también por primera vez, no les están pagando las horas extras que habitualmente recibían en los años electorales.

En los meses previos a una elección, hay una cantidad de tareas adicionales que los empleados del edificio de la avenida Alem tienen que asumir. Entre ellas, está la nada sencilla tarea de actualizar los padrones, para que agregar nuevos votantes o evitar que voten los muertos.

El dinero para pagar esas horas extras ya está contemplado en el presupuesto de la Dirección Nacional Electoral dependiente del Ministerio del interior. Pero su titular, Adrián Pérez, no lo está ejecutando.

El pago de esas horas extras se realiza durante 6 meses y sirve para que, como dice la ley, 180 días antes de una elección, el padrón ya está en condiciones. Pero si el dinero no aparece y la demora en el pago se prolonga, será complicado que el padrón llegue actualizado a la elección.

Es la primera vez, desde la vuelta de la democracia, que ésta partida de dinero no está disponible para pagarle a los empleados.

La dirección electoral tampoco definió todavía quién será la empresa responsable del recuento provisorio de los votos en la elección de octubre. Hace muchos años, la empresa española Indra se ocupa de esa tarea, pero ahora una empresa américana también presentó los pliegos para hacerse cargo y cobrar una suma millonaria por el trabajo. Adrián Pérez todavía no definió quién lo hará y los tiempos se acortan.

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