La Justicia tiene un identikit del misterioso espía ligado a Aníbal Fernandez

La Justicia ya tiene un identikit del misterioso espía “Máximo” que trabajaba a la par del actual jefe de Gabinete Aníbal Fernández, según el relato de Martín Lanatta. Ese identikit se elaboró en base a la descripción que dio un testigo en los últimos días ante el fiscal Juan Bidone, quien investigó el Triple Crimen y sigue buscando al prófugo Ibar Pérez Corradi, supuesto autor ideológico de los asesinatos.
Según ese identikit, el espía “Máximo” mide alrededor de 1,80, es canoso y tendría entre 55 y 60 años. La descripción coincide mucho con la información que aportó esta semana Lanatta en el juzgado de María Servini de Cubría. El condenado por el Triple Crimen agregó otros dos datos: que el espía “se peinaba al costado” y que tenía “nariz de boxeador”.
No es todo. Lanatta también aportó información personal sobre el espía que podría ayudar a identificarlo. Los datos se mantiene en reserva para no perjudicar la investigación, pudo saber este diario. Además hay otros testigos que podrían ayudar a la identificación porque conocieron personalmente a “Máximo”. Todavía no declararon.
En su declaración judicial, Lanatta confirmó esta semana lo que había denunciado en el programa Periodismo para Todos: que Aníbal Fernández estaba vinculado al negocio de la efedrina y que recibió dinero para permitir la maniobra. También reveló la vinculación entre el ex jefe de la Policía Federal, Néstor Valleca, y el empresario Augustro Abraham, condenado por el tráfico del precursor químico.
Lanatta dijo que convivió con el espía “Máximo” durante varios meses por orden de Fernández. Y que juntos participaron de varios reuniones por el negocio ilegal de la efedrina. Es más, acusó al espía de haber sido uno de los autores materiales del Triple Crimen, aunque él mismo está condenado.
Ante la Justicia, Lanatta dijo que “Maximo” sería un agente de la ex SIDE, pero en las últimas horas creció la versión de que podría haber pertenecido a la inteligencia de alguna fuerza federal, bajo control de la Dirección de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad. Esa área estaba bajo control directo de Fernández cuando manejó las fuerzas de seguridad. En cambio, el funcionario no tenía una buena relación con la ex SIDE.