La misteriosa y fiel amiga de Miceli

No faltó a ninguna audiencia. Tiene asistencia perfecta, al igual que los jueces y la propia acusada. El juicio por la bolsa de dinero encontrada en el despacho de la ex ministra de Economía Felisa Miceli está llegando a su fin y aun nadie sabe de quién se trata. Es una mujer de unos sesenta años que se sienta en los lugares destinados al público. Algunas audiencias anota en un cuadernomientras observa de cerca el trabajo de los periodistas. Para algunos es una empleada de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, donde trabaja actualmente Miceli. Otro dicen que simplemente es una “amiga “que la acompaña. Según pudo saber Expedientepolítico, la misteriosa y fiel “amiga” no trabajó en el Ministerio de Economía cuando estalló el escándalo ni en el Banco Nación. Fue la única persona que la acompañó a lo largo del juicio. En las primeras audiencias, hubo otras personas que fueron a apoyar a Miceli. Pero duró apenas una semana. El juicio ya entró en etapa de definiciones: este miércoles declaró la última testigo, María Isabel Fontao, dueña de la inmobiliaria M&F, quien confirmó que para mediados de 2007 la ex ministra estaba buscando una propiedad para comprar, una de sus principales coartadas para explicar por qué tenía $ 100.000 y US$ 31.670 en su poder. La testigo, propuesta por la defensa, dijo que una arquitecta, a la que no identificó, fue a ver una propiedad valuada en 290 mil dólares. “Una empleada me comentó luego de la segunda entrevista que la clienta era Felisa Miceli”, dijo Fontao. Pese a todo, la suerte de Miceli ya estaría hechada.