La operación Lago Escondido tiene una pata floja para prosperar en Tribunales

El delito de dádivas se cae ante la presencia de las facturas.

La operación Lago Escondido ya disparó varias causas judiciales. Hasta ahora la que más prosperó es la denuncia que hizo un abogado de General Roca en la Fiscalía Federal de Bariloche. Esa presentación data del 24 de octubre, apenas unos días después del vuelo privado con ocho personas.

La causa avanzó en silencio hasta que se filtraron los supuestos chats. En ese momento, la fiscal de Bariloche, supuestamente mencionada en los chats, reaccionó con una imputación para diez personas: los ocho pasajeros del avión y los dos directivos del Grupo Clarín que esperaban en Bariloche.

Apenas unas horas después, el Gobierno se presentó en Tribunales con una denuncia casi idéntica. El ministro de Justicia decidió acudir a Bariloche, aunque en Comodoro Py también se hicieron denuncias que podrían generar un conflicto de competencia como pasó con el caso de Dolores o del espionaje que tramitaba en Lomas de Zamora.

Donde termine, la operación lanzada por el Gobierno, en base a un supuesto espionaje, tiene una pata floja. La acusación de dádivas no prosperaría porque tanto el vuelo privado como el alojamiento estaban facturados. En el caso del avión, la mayoría de las facturas se hicieron el 13 de octubre, el mismo día del vuelo. Y la empresa asegura que los pagos se concretaron en las semanas posteriores. Algunos habrían pagado en efectivo y otros con transferencia.

En el caso de Lago Escondido, las facturas son del 28 de octubre, casi dos semanas después del viaje. La fiscal sospecha que se hicieron únicamente para emprolijar lo que habría sido una invitación.

Si se cae la acusación de dádivas, las cuatro personas que no son funcionarios no tendrían consecuencias jurídicas. En el caso de los funcionarios, quedaría probar un incumplimiento de los deberes de funcionario público.