La pareja de Vidal es uno de los perdedores ante la caída de la Superliga

Chiqui Tapia y Tinelli cerraron filas en las últimas horas. Quique Sacco en la cuerda floja.

A la Superliga todavía le queda una fecha, pero los jefes del fútbol argentino ya le pusieron hora de entierro.

Quedará entre River y Boca el campeón de la edición 2019/2020, la tercera y última, según acordaron el jefe de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio “Chiqui” Tapia, y el presidente de San Lorenzo, Marcelo “Cabezón” Tinelli.

Oficialmente, la última fecha terminará el lunes 9 de marzo, aunque River y Boca podrían jugar un desempate para definir al campeón, pero, tras las negociaciones entre Tapia y Tinelli, la Superliga como se la conocía hasta ahora dejará de existir incluso antes: la enterrarán el miércoles 4 de marzo tal vez con un anuncio de lo que vendrá desde julio.

De hecho, los primeros cambios impactarán en la última edición de la Superliga: las autoridades decidieron que en vez de tres descensos directos haya dos descensos y uno a través de una promoción con el perdedor de la final del reducido de la Primera B Nacional. De rebote el Ascenso se beneficia porque habrá tres en vez de dos pasajes a la máxima categoría del fútbol argentino.

Tapia y Tinelli intentaron mantener las conversaciones en secreto, pero Expediente Político pudo saber que dos mesas armadas en la calle Olga Cossettini y en Aimé Painé, donde está el Alvear Icon, fueron un hervidero en las últimas horas, aunque el jefe de la AFA y el presidente de San Lorenzo filtraron una foto con Mario Pergolini, vicepresidente 1º de Boca, para transmitir tranquilidad.

Uno de los perdedores sería Enrique “Quique” Sacco, actual gerente de Gestión Institucional de la Superliga y pareja de la exgobernadora María Eugenia Vidal.

Tapia está decidido: quiere “barajar y dar de nuevo”, quiere algo diferente para el próximo semestre, quiere un formato nuevo para vender más caros los derechos de transmisión del fútbol argentino.

Tinelli no solo lo apoya sino que lo toma como una revancha cinco años después del “37 a 37” con Luis Segura que lo dejó afuera de lo más alto de la AFA a donde ahora está a punto de llegar.

Uno de los perdedores es “Quique” Sacco. Su futuro estará en las manos de Tapia y, especialmente, en las de Tinelli. Son minutos de descuento para el fútbol argentino como se conoció hasta ahora.