La pista coreana que une a Lázaro con un contador de los Kirchner

Sin títuloEl domingo 14 de abril, horas antes del primer programa de Jorge Lanata, el contador Daniel Pérez Gadín llegó al país desde Estados Unidos. Estuvo cerca de cruzarse con su jefe, Lázaro Báez, quien aterrizó de madrugada en Ezeiza luego de visitar en Fráncfort (Alemania) la sede de la empresa Bomag, especializada en asfalto. Al empresario amigo de Néstor y Cristina Kirchner lo esperaba su chofer personal. A partir de ese día, Pérez Gadín perdió contacto con sus interlocutores habituales, incluso Báez, aunque hasta ayer seguía en Buenos Aires. Pérez Gadín ingresó a las empresas de Báez a través de Valle Mitre SA, la firma que administra desde noviembre de 2008 el hotel Alto Calafate, propiedad de la familia Kirchner. Fue contratado por Adrián Berni, actual CEO de esa firma. Pero tardó en lograr la confianza de Báez, a quien por entonces veía esporádicamente. El “golpe de suerte” ocurrió a mediados de 2009, en Aeroparque. “El embajador de Corea Byung Kwon Kim (que cumplió funciones desde 2009 hasta 2012) estaba demorado en la sala de espera por un conflicto gremial y se encontró con Pérez Gadín. Kim viajaba al Calafate, invitado por un grupo de empresarios que lo habían convocado en busca de nuevos negocios. Gadín lo llamó a Báez y el empresario le mandó un LearJet. Viajaron el embajador, su comitiva y el contador”, relató a Clarín un empresario que conoce los detalles de esa trama. El viaje cambió la relación. Según esa misma fuente, Pérez Gadín logró hacerse cargo de todos los negocios de Báez con Corea, desplazando a los verdaderos mentores. “Los coreanos asesoraron sobre tecnología aplicada a emprendimientos agropecuarios”, confirmaron en el entorno del empresario kirchnerista. En el programa PPT, Federico Elaskar denunció que Pérez Gadín lo amenazó de muerte para que vendiera la financiera SGI. “Pendejo, acá no hay nada para negociar, si decís que no, te rompemos el lunes”, le habría dicho el contador en medio de las negociaciones por la supuesta venta de la financiera que funciona en Madero Center. Tras el negocio con los coreanos, el misterioso contador comenzó una campaña de “limpieza” y colocación de personas de su confianza en lugares clave del conglomerado de empresas. Una de sus primeras víctimas fue Diego Rojas Mónaco, ex presidente de EPSUR y ex profesor de Reiki de la mujer de Báez. En su lugar nombró a Norberto Lembo, otro conocedor del mercado petrolero que ya estaba en la empresa. El cambio de autoridades apareció en el Boletín Oficial del 20 de septiembre de 2012. También echó a Horacio Quiroga, tras una auditoría que arrojó un supuesto faltante de $3 millones. Uno de los que llegó de la mano de Pérez Gadín, cuentan dentro de la empresa, es Claudio Bustos, contador de Austral Construcciones. En su afán por sumar poder, Gadín también intentó involucrarse en los negocios de Top Air, pero no pudo avanzar porque no conocía el rubro aeronáutico.