La renuncia del “dipusex” ahorró la pérdida de tiempo de una comisión investigadora

Ameri fue presionado por el Frente de Todos para renunciar. El caso pone en evidencia la baja calidad del Congreso.

Juan Ameri ya es pasado. Un pasado ominoso y olvidable. ¿Quién lo hubiera conocido si no se hubiera prendio a los pechos de su pareja delante de todo un país?

Entró en las famososa listas sábanas, en este caso de la provincia de Salta. Fue funcionario del hoy corrido de escena Juan Mnauel Urtubey, un cuadro de roce institucionalista elogiado por CIPEC.

Su pasado lo condenaría por acosos sexuales varios, ser un ex barra brava de River (por lo que perdió la visión de un ojo ante un mano a mano con la policía) y conspicuo de la agrupación K El Aguante, que lo cobijó en una lista sábana. De hecho ingresó a la Cámara Baja como suplente. Porteño de nacimiento, implantado en el territorio salteño, Ameri se mostró arrepentido en diferentes notas televisivas.

Anoche, Sergio Massa dio el pirmer paso para su final cantado. Propuso la suspención al cuerpo del impresentable, y 224 votos lo avalaron. A la madrugada del viernes, el diputado renunció para evitar la prolongación del escarnio. Lo lamó el tigrense y Máximo para obligarlo.

Sino lo hacía iba a entrar en funcionamiento una Comisión Investigadora, un paso previo obligatorio a nivel reglamentario, que hubiera sacado conclusiones “evidentes” de lo que todo el mundo vio por el Zoom. Los mismos diputados, siempre tan aptos al protagonismo de películas clase B, se dieron cuenta que ponerla en funcionamiento hubiera sido un episodio de mayor repudio social, con los temas trascendentes al ardor de la crisis.

Massa se expuso en su canal preferido, América, para exhibir la postura de un “indignado”. En sus fueros íntimos él y sus colegas saben que la sociedad está a un ápice de perder la paciencia y repetir que se vayan todos.

El Titular de la Cámara Baja quiso ser expeditivo y echarlo al toque pero otros legisladores que ni siquiera habían visto las imágenes pidieron la conformación por reglamento de la Comisión. “Mandame la renuncia o te rajo”, le habría dicho por teléfono Massa al diputado de mano larga.

Aparte, al Frente de Todos sigue defendiendo la virtualidad de las sesiones contrastando con Juntos por el Cambio que pretende que regresen las presenciales. Cristina es una obsesiva defensora de la “virtualidad”, en tiempos pandémicos y no quiere que Massa ceda, como casi lo hace.

Ameri tenía a su mujer, la orgullosa operada de los senos, como asesora de su despacho, cobrando una suma cercana a 140 mil pesos.

Por supuesto, en su corta e intrascendente carrera ningún proyecto ni idea interensate. Tampoco sabía que mientras se recostaba en los pechos se estaba debatiendo un fondo de garantías para el servicio jubilatorio y la refinanciación de la Anses.