La UCR porteña echó a Suárez Lastra, que respondió con una carta

Fue desafiliado porque entró como diputado en la lista de Carrió.

Séptimo en la lista de diputados nacionales que encabezó Elisa Carrió en la Ciudad y que se llevó el 50,93% de los votos, a Facundo Suárez Lastra la alegría por entrar a la Cámara Baja se le cortó rápido. Es que la UCR porteña decidió desafiliarlo del partido porque integró una lista que no fue “habilitada orgánicamente”.

El ex egislador, intendente de la Ciudad y Secretario de Justicia de Aníbal Ibarra, hoy ocupa el cargo de titular de una Comisión Consultiva del Área Metropolitana de Buenos Aires (CO.C.A.M.B.A.), que tiene el objetivo de coordinar políticas públicas entre la Nación, la Provincia y la Ciudad y depende del Ministerio del Interior.

En respuesta, le mandó una carta a los integrantes del centenario partido. “Soy radical, participo de los valores, principios y sentido ético que eso significa. Resistiré toda medida arbitraria e ilegal que me aparte del partido desde donde soñé y sueño transformar a la Argentina”, remarca.

Les retrucó el argumento de la “habilitación orgánica. “Esa aseveración es totalmente falsa, dado que el radicalismo de la ciudad no presentó listas propias. La denominada Alianza Evolución que llevó a la cabeza un candidato extrapartidario no fue decidida por el único órgano partidario competente que, tal como dispone la Carta Orgánica del partido, es la Convención de la Ciudad”. Y agrega: “Se trata de una purga con el objeto de relegar a quienes hemos manifestado nuestra voluntad de competir por la conducción del radicalismo de la Ciudad de Buenos Aires”. Y critica duramente a la conducción de Evolución, el partido de Martín Lousteau, por “proyectos personales confusos” no “alineados” con Cambiemos.

La carta completa

Correligionarios

Me dirijo a ustedes para poner en su conocimiento las serias irregularidades en que está incurriendo la conducción del radicalismo de la CABA.
Estamos atravesndo lo que podría considerarse como un proceso de purga, persecución y proscripción de dirigentes con el objeto de impedir el relevo de las actuales autoridades partidarias.
La conducción de la UCR de la CABA privilegió la instalación anticipada de un candidato extrapartidario para disputar la Jefatura de Gobierno de 2019, apartándose de la decisión estratégica tomada por la Convención Nacional en el sentido de constituir y fortalecer Cambiemos en todo el país.
En el convencimiento que ese mandato era el que expresaba el sentir de los afiliados radicales integré, junto a destacados correligionarios y con el apoyo de dirigentes de la talla de Mario Negri, José Corral y Ernesto Sanz entre otros, la lista 503 vamos juntos, que replicó en nuestra ciudad la alianza que llevó el nombre Cambiemos en las otras 23 provincias del país. Acabo de ser electo Diputado Nacional y como tal integraré el Bloque radical.
Por esta razón, la Mesa Directiva del Comité de la Ciudad de Buenos Aires de la Unión Cívica Radical ha dispuesto la extinción de mi afiliación, así como las de Guillermo Pablo Suárez (actual Secretario General de la Mesa Directiva) y María Inés Parry. Me niego a permitir que se extinga mi afiliación después de 45 años ininterrumpidos de militancia en el radicalismo.
Soy radical, participo de los valores, principios y sentido ético que eso significa. Resistiré toda medida arbitraria e ilegal que me aparte del partido desde donde soñé y sueño transformar a la Argentina.El argumento esgrimido para adoptar tal resolución tiene que ver con que integramos como candidatos a Diputado Nacional y Legisladores de la Ciudad de Buenos Aires una lista que a su criterio no fue habilitada orgánicamente.
Esa aseveración es totalmente falsa, dado que el radicalismo de la ciudad no presentó listas propias. La denominada Alianza Evolución que llevó a la cabeza un candidato extrapartidario no fue decidida por el único órgano partidario competente que, tal como dispone la Carta Orgánica del partido, es la Convención de la Ciudad. Dicha decisión debió ser adoptada en una sesión extraordinaria con la presencia de los dos tercios del total de los Convencionales del cuerpo.
Por otra parte, la decisión de la “extinción automática” de mi afiliación partidaria, así como la de los correligionarios arriba mencionados, fue resuelta por un órgano incompetente como la Mesa Directiva del Comité de la Ciudad de Buenos Aires, que carece de atribuciones para ello.
Se trata, además, de una decisión que se encuentra viciada por haber omitido el derecho de defensa ante una resolución de contenido netamente sancionatorio.
La arbitrariedad de la baja de mi afiliación queda evidenciada por el hecho de que los afiliados que integran la Lista 503 Evolución, que sí han incurrido en causales objetivas de extinción automática de afiliación, no han sido objeto de sanción alguna.
Aquí se puede mencionar el caso de la actual diputada nacional y también diputada electa Carla Carrizo que, a pesar de estar afiliada a la Unión Cívica Radical de la Ciudad de Buenos Aires, durante el período Diciembre 2013-2015 no integró el bloque de Diputados Nacionales partidarios, sino que conformó un bloque denominado Suma + junto al entonces diputado Martín Lousteau. Por su parte, Alvaro De La Madrid, candidato a Diputado Nacional en la Lista Evolución, fue candidato a Diputado Nacional en las elecciones Primarias del 2015 en la lista 504 integrada por los partidos GEN y Libres del Sur, y no se le aplicó la extinción automática de la afiliación.
Como puede apreciarse, este proceso arbitrario y discrecional que ha puesto en práctica la mayoría que conduce la Mesa Directiva del Comité de la Ciudad de Buenos Aires, no tiene ningún otro sustento que el de proscribir y desarticular a la oposición interna partidaria.
Se trata de una purga con el objeto de relegar a quienes hemos manifestado nuestra voluntad de competir por la conducción del radicalismo de la Ciudad de Buenos Aires.
Por todo lo mencionado, es a todas luces evidente que si el partido no toma una decisión orgánica por medio de sus órganos competentes no es aplicable la sanción a nuestro caso y, por sobre todas las cosas, carece de total validez.
Estamos viviendo un tiempo histórico en la Argentina que requiere esfuerzos conjuntos y claridad en los objetivos. La Unión Cívica radical está llamada a ser protagonista de esta gran transformación que recorre todo el territorio. Los proyectos personales y confusos que propone la alianza Evolución no están alineados con la hora que estamos viviendo.
Aspiramos a conducir el radicalismo de la CABA para poder constituir la Alianza Cambiemos y sumar al radicalismo de la ciudad al esfuerzo que hacen los radicales de todo el país por ser protagonistas principales de la gran transformación que ha obtenido un enorme apoyo popular en la elecciones del 22 de octubre.