Lanatta llevó a Tribunales tarjetas personales de Scioli y Aníbal Fernández

Las tenía guardadas en una bolsa que escondió debajo de su chaleco antibalas. También tenía de otros funcionarios. Fue apenas uno de los detalles coloridos que dejó el paso de Martín Lanatta por Comodoro Py. En su declaración, le apuntó al jefe de Gabinete y

 ratificó su supuesta vinculación con el tráfico de efedrina. Lanatta declaró como testigo durante más de seis horas ante el fiscal Gerardo Pollicita y luego ante la jueza María Servini de Cubría. Ante ambos, ratificó todos los detalles que había revelado en el programa de Lanata.  Y sumó otras líneas de investigación. Tal como había prometido, Lanatta aportó nombres de dos mexicanos que habrían estado involucrados en el negocio de la efedrina. También ratificó su relación, por momentos estrecha, con un agente de inteligencia que respondía a Aníbal Fernández y al que todos conocían como “Máximo”. Antes de irse, contó que recibió la visita de un abogado en la cárcel que habría intentado torcer su declaración judicial.

Lanatta ratificó que llevó a Sebastián Forza, una de las víctimas del Triple Crimen, a una reunión con Fernández en el edificio central de la Policía Federal. Dijo que fue en marzo de 2008, aunque no pudo dar detalles de la oficina donde se llevó a cabo el supuesto encuentro. “Para sentarse a hablar conmigo tiene que poner 250 mil dólares. Si no, que ni me moleste. Yo le conté las costillas y sé cuánta plata juntó”, le habría dicho Fernández a Lanatta previo a ese encuentro. El otro testigo del encuentro habría sido Andrés Meiszner, por entonces titular del Renar.

Lanatta, según pudo saber este diario, también involucró a Meiszner en una supuesta maniobra de tráfico de armas hacia un país limítrofe. Ese tramo de la declaración posiblemente genere una nueva causa judicial.

El condenado caminó por los pasillos de Tribunales custodiado por una decena de efectivos. Se lo vio muy delgado y con un chaleco antibalas que nunca se sacó. Adentro de ese chaleco, Lanatta guardaba una bolsa con varias tarjetas personas de personas “influyentes”. Mencionó al gobernador Daniel Scioli, a Fernández y al propio Meizner, un ladero del actual jefe de Gabinete. 

Lanatta habló durante varias horas. Fue un relato por momentos desordenado. Aportó fechas y nombres, que ahora deberán ser investigados por la Justicia. Entre los detalles nuevos, contó su vínculo con el empresario Augustro Abraham, condenado a once años por el tráfico de efedrina. También mencionó un encuentro en el shopping Unicenter con el empresario Josué Fuks, actualmente prófugo de la Justicia. El agente de inteligencia identificado como “Máximo” habría sido testigo de ese encuentro. Lanatta no aportó la identidad de ese espía, pero dijo que tiene 55 años y describió en detalle todos sus rasgos.