Larreta: Esperando la carroza

El Jefe de gobierno espera su turno con cierta ansiedad por la dinámica de los acontecimientos. Sus deseos y la realidad.

En la sede de Uspallata intentan transmitir calma. “Seguimos pensando las 24 horas en la gestión de la ciudad”, proclaman asesores al trote por el ritmo de trabajo del Jefe de gobierno. El ruido de la Grieta y la dinámica caótica de la crisis intentan ser encapsuladas por el PRO moderado.

El negocio político de Larreta es que Alberto llegue a completar su mandato aunque sea gateando. Esa calibración, imposible de manejar y menos en la Argentina, lo ubicaría como el gran pacificador del desencuentro nacional, y a la vez podría en caja a los sectores talibanes de la oposición.

No fueron buenas noticias para ellos las reapariciones revanchistas de un Macri que cree que tiene chances de volver, rompiendo un segundo maleficio de la política local. El primero es que superó eso de “un presidente no peronista no cumplía mandato” . El siguiente que pretende sortear es alterar el axioma que “quien pierde una elección presidencial no puede volver a intentarlo”.

Tampoco la extravagante y estratégica carta de Cristina, que recuperó en segundos el centro de la escena pública, cayó en gracia. Larreta prefiere no opinar al respecto y deja que los dos polos se peleen. Está seguro que la crisis lo tendrá en el camino del diálogo institucional, como lo fue con la administración pandémica, hasta que le recortaron la coparticipación.

Algunas definiciones, que transmite a su equipo, son “paciencia, espera e ir armando la campaña presidencial con tiempo, sumando a todos los que se pueda”.

Larreta es el jefe de gabinete de si mismo y seguramente será su próximo jefe de campaña, cuando llegue el momento. Delega cuestiones importante entre varios colaboradores estrechos y escucha varias opiniones antes de tomar el rumbo, lo que traza un liderazgo diferente al conocido de Mauricio.

Cobija a Emilio Monzó y Rogelio Frigerio en el tanque de reserva. No quisiera que se abran en listas aparte, en las legislativas, por mas que después los caminos se vuelvan a juntar.

A María Eugenia Vidal le dijo que su candidatura en provincia es inevitable por seguir siendo la que mejor mide dentro de la coalición opositora.

A María Eugenia le dijo que su candidatura en provincia es inevitable. por seguir siendo la que mejor mide dentro de la coalisión opositora.

Del gabinete de Larreta puede salir proyectos de candidatos. Sin duda el Ministro de Salud, Fernan Quirós, acredita fe en cuidar votos porteños.

Hay dos funcionarios tapados que son el soporte técnico estratégico de Larreta. Uno es Federico Di Benedetto, Secretario de Comunicación , Contenidos y Participación Ciudadana, un experto en redes sociales. El otro es Fernando Diego Straface, Secretario de Relaciones Internacionales. Son de esos funcionarios que llegan con el candidato hasta el lugar que la carroza atranque.

Larreta es el más peronista del PRO sin haber cantado la marchita como Santilli. Entiende el poder, sus tiempos y el pragmatismo. Todavía resuenan en sus oídos dichos de Alberto cuando en una reunión se despedían de una cónclave por la pandemia. “Ojalá tuviera un Horacio de Jefe de gabinete”.