Lavagna puede ser la puerta de salida para los escépticos y enojados

Aún no se definió si va a ser candidato. Su sola mención alienta una esperanza en sectores peronistas no k y puede ser un voto de descarga en la clase media. Fue el hombre tapa de revista el fin de semana.

Roberto Lavagna se convirtió en la esperanza blanca ante tanta previsibilidad de pelea cuerpo a cuerpo entre Macri y Cristina.

Es la famosa previsible incertidumbre de la Argentina con la hondura de saber que lo que venga puede ser la continuidad del pasado o la continuidad del duro presente.

Lavagna, un hombre casi octogenario, podría transformarse en aquellos viejos sabios que llevan paz y cohesión a su tribu. Claro que los encuestadores esperan atentos que se largue formalmente.

Por ahora son amagues, y hay quienes especulan que terminará bendiciendo a otro candidato del peronismo no k, poniendo gente de sus equipos y un plan económico.

El Peronismo Federal podría ser su casa de cobijo e inclusive su figura sería un aglutinante de un sector progresista que tiene comezón de juntarse con peronistas.

La foto que hizo en Santa Fé con el gobernador Lifchtitz así lo rumbea.

Lavagna ya jugó a la presidencia cuando lo acompañó un radical en la fórmula: Gerardo Morales, hoy gobernador de jujuy y principal aliado de Macri.

“Hay que darle lugar a los más jóvenes”, repitió en los últimos tiempos a los enviados del peronismo no k. El sabe que si la economía no levanta sus chances aumentarán.

Este fin de semana fue tapa de Revista Noticias…

Según Sergio Berensztein el votante del ex ministro de economía recoge votos de derecha y centro; peronistas , radicales y hasta de Cambiemos decepcionados.

Podría ser hacedor de un nuevo relato atractivo para los sectores medios decepcionados y angustiados por el futuro incierto. El “padre” de la fórmula para salir Del Pozo económico.

Marco, su hijo y Miguel Peirano rodean al patriarca que se siente de nuevo ponderado ante la escasez de ideas y de un debate atornillado en el pasado.

Dentro del peronismo no k, hay una guerra de egos y sainete. Lavagna hizo saber que si es candidato no quiere internas sino ser ungido por consenso. Eso fue considerado inaceptable por diversos actores de la mesaza del PF.

En un escenario de chances para Macri, el economista podría oficiar de tapón, obturador voto peronista anti Macri que sino derivaría en el “mal menor”, el voto a Cristina.

Jugar a competir sin poder ganar debería tener un  premio consuelo para el “salvador”, en términos de Duhalde. ¿Una participación en el gobierno de unidad?.

Mientras tanto, también se analiza cómo podría ser un factor aglutinante para la clase media despartidizada  y desencantada con el gobierno. Votar por Lavagna significar+á una suerte de canal aliviador o un ahorro de 10 años de psicoanálisis.