Weretilneck se metió en la interna del diario Río Negro

Una “guerra entre sobrinos” desató “una peligrosa comedia de enredos” entre los familiares que se hicieron cargo del diario “Río Negro” y Weretilneck.

En el último mes, hubo una “presión” del gobernador Alberto Weretilneck contra el presidente del directorio, Norberto “Tilito” Rajneri, a través de reducir a la mitad un subsidio para un instituto artístico de su exclusiva propiedad, el IUPA.

Una de las consecuencias del castigo, fue que “Tilito” presentara su renuncia. Y en una reunión a la que no asistió, se lo reemplazó de apuro, y sin los pasos legales adecuados, por Ricardo Gamba Rajneri, uno de los cerebros de la mala salida de Julio Rajneri, ex ministro de Educación de Raúl Alfonsín, quien tras darle prestigio a la marca “Río Negro” ahora vive recluido en su chacra de General Roca.

El malestar del gobernador habría estado motivado en la publicación de varias notas críticas hacia su administración publicadas en el matutino fundado en 1912 y de gran influencia en la Patagonia, con distribución en la provincia homónima y en Neuquén.

Hubo gestiones privadas de “Tilito” Rajneri y entonces Weretilneck repuso el presupuesto completo para el IUPA, según se lo comunicó al rector de esa universidad, Gerardo Blanes. Luego, “Tilito”, quien ya había retirado su dimisión, objetó la sesión en la que se lo sustituyó por el hijo de Nélida Rajneri de Gamba, ex miembro de Adepa y también directora del matutino durante varios años con la anuencia de “Don Julio”.

“Tilito” convocó a otra reunión urgente de directorio y con el apoyo del síndico, se hizo reponer en el cargo de un diario que no tiene director periodístico desde enero de este año, pues el que fuera elegido por concurso fue desplazado luego se sufrir varias objeciones a su tarea profesional, algunas de las principales de parte de Ricardo Gamba.

El “escándalo” es reflejado en una página digital de la zona, casualmente conducida por un expatriado de España, Aleardo Rajneri Laría, otro de los sobrinos, el elegido por “Don Julio”, a quien también se separó del timonel periodístico (indemnización mediante, pese a ser accionista) , tras el empuje hacia el ostracismo que se dio a la figura de Julio Rajneri, que dirigió con mano de hierro los destinos del diario durante 40 años.

Las tensiones en la editorial se suceden desde hace varios años, con denuncias cruzadas que involucran desmanejos financieros, algunos negocios paralelos en el sector frutícola y la necesaria transformación digital que se trata de imprimir al medio. Es que la tecnología se convirtió en un un factor esencial en la comunicación de noticias, ideas y reflexiones.

El insólito golpe que tumbó a Julio Rajneri se produjo en un momento de caída en la venta del diario de papel y el intento por consolidar a “Río Negro” en el espectro cibernético, en constante transformación y con la incorporación de centenares de nuevos actores que hacen más duro el desafío.

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