Lo que calla Guzmán: promete un acuerdo con el FMI antes de navidad

Su discurso oficial es el paso a paso, al igual que hizo con los bonistas privados. Los jubilados en la mira.

Martín Guzmán mastica los primeros sabores de la victoria. Hasta le cambió el semblante enigmático, y se permite algunas bromas que distienden esta nueva etapa. Le tiró un guiño a los jugadores de Sacachispas que se sintieron honrados en las comparaciones que ciertos periodistas hicieron entre ellos, para bajarle el precio al preferido de Stiglitz.

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Los clubes de barrio son mucho más que espacios de entretenimiento y esparcimiento. Son lugares de contención e inclusión. De esperanza y oportunidades. Los clubes de barrio para los que los hemos habitado y disfrutado son lugares de vida, alegría, compañerismo y libertad mental. Formadores de valores imprescindibles como la solidaridad, el respeto y la tolerancia. Gracias @sacachispasok por tan linda carta y esa camiseta que cuenta historias de esfuerzos y perseverancia. Espero pronto, cuando pase la pandemia, poder usarla en una cancha. Y sí, “los triunfadores pueden salir de abajo, de la cancha de barro” y eso los vuelve más fuertes. Los vuelve luchadores, en la cancha pero sobre todo en la vida.

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El partido final con el FMI tiene, en el ambiente de la Rosada, un final feliz si nada raro se antepone en el medio. La sintonía fina entre Guzmán y la titular del FMI, Kristalina Georgieva, es total. EE.UU. tendría bandera verde pese a la conflictividad por el cargo del BID. Confían fervientemente en la nueva ayuda del Papa.

Lo que no dice públicamente el mesurado hincha de Gimnasia es que tiene data que el acuerdo podría anunciarse antes de Navidad. El mejor regalo en el arbolito de Alberto Fernández que cerraría un primer año de gestión como presidente con todas la variables sociales y económicas complicadas.

Un observador atento y cercano al gobierno lo explicó así a este medio: “Es cierto que no hay algo llamado plan, pero poco a poco este gobierno va haciendo reformas que Macri se negó a encarar”. Puso como ejemplo el ajuste que implicó la suspensión por ley de la movilidad jubilatoria, un recorte de alrededor de 5 mil millones de pesos a las arcas públicas.

Un observador atento y cercano al gobierno lo explicó así a este medio: ” es cierto que no hay algo llamado plan, pero poco a poco este gobierno va haciendo reformas que Macri se negó a encarar”. Puso como ejemplo el ajuste que impluico la suspensión ´por ley de la movilidad jubilatoria, un recorte de alrededor de 5 mil millones de pesos a las arcas públicas.

Muchas de esas reformas quedaron en pausa ante la aparición abrupta en la escena de la pandemia, que reubicaron al Estado en socorro casi exclusivo de los sectores más desprotegidos y muy concentrados en administrar la cuarentena.

En tanto, desde el Gobierno exhiben que la actual administración mantuvo congelada la planta estatal y puso en revisión los mombramientos de la gestión Macri, que aumentó en un 25% la estructura del Estado.

A la reforma laboral no quiere ni nombrarla aunque se sabe que el FMI la pondrá en la mesa de las negociaciones. En cambio, otra vez el ajuste será el jubilado, reformulando el sistema previsional.

El trazo grueso será el cambio de la fórmula hoy suspendida, que pasará a medirse en relación a la capacidad recaudatoria del gobierno: a menor recaudación, menos haberes jubilatorios. De esta manera se garantiza que el gasto social a la tercera edad estará por abajo del índice inflacionario.

El Ejecutivo también necesita mantener en línea a la Corte Suprema para que siga pisando el pago del centenar de juicios al estado por irregulares liquidaciones previsionales. Como en lo sanitario, aquí también se mira el costado frío de los números.