Lo que era un reconocimiento popular terminó como el traslado de los restos de Perón

Represión afuera y adentro de la Rosada. La organización sobrepasada. El cajón con los restos de Maradona debió ser movido de lugar.

Maradona vivió y terminó como pudo, 60 años muy joven muriendo en medio de un cerco y un descontrol interno. ¿El país vive como Maradona? El gobierno quiso capitalizar el fenómeno Maradona y le salió un. tiro en los pies.

Gases lacrimógenos afuera y adentro, Un Patio de las Palmeras invadido de personas extrañas que podría haber hecho peligrar hasta la seguridad del presidente y tuvieron a las corridas a los seres queridos del ídolo popular.

Pena total. Al dolo de perder una pieza sentimental de nuestra historia futbolera y cultural se suma el desmadre de una pésima organización.

Miles de personas sofocadas por el calor temieron no llegar al limite para el último saludo a Maradona, quien reposaba en la capilla ardiente de la Rosada, recibiendo vítores y embanderado el cajón de pasión de hinchadas.

Cuando todo se desbordaba, se vio la imagen increíble del retiro urgente del cajón y el traslado de la ex esposa e hijas de Maradona.

El Gobierno Nacional culpó a Larreta de haber ordenado la represión externa y exigió explicaciones. Los incidentes comenzaron cuando se tomó la decisión de cerrar la puerta de acceso de la Casa de gobierno ante el desborde de las filas de miles de personas, una suerte de Puerta 12.

Como el mito de Perón, la violencia se quiso apoderar del simbolismo. San Vicente termino con enfrentamientos interno dentro del peronismo y una ceremonia historia empañada. Maradona quedo preso de la desmesura, una palabra que fue su ADN en vida.