Los barras argentinos otra vez dieron la nota en Brasil

Vivos hay en todas partes. Y no podían faltar en el Maracaná de Río de Janeiro el día del debut de la Selección. Un grupo de barras de Berazategui, club del ascenso, intentó ingresar al estadio sin entradas y se cruzaron con la Policía, que arrojó gases lacrimógenos, y detuvo a nueva hinchas argentinos.

Además, en la previa del duelo con Bosnia hubo una trifulca entre barras de Vélez y Chacarita, que en nuestro país no hubieran pasado el control de alcoholemia por el exceso de fernet. Otra vez la Policía de Brasil actuó rápida y efectivamente. Claro que contó con el apoyo de un pequeño grupo de policías argentinos, que viajaron especialmente para dar una mano.

El principal problema de los barras fue que no consiguieron tickets. Sus visitas a la concentración de la Selección fueron en vano. Los dirigentes que acompañan al plantel hicieron mutis por el foro y mostraron que una de sus habilidades es la de escapar de los pedidos. Los barras tuvieron que recurrir a la reventa, pero cuando se enteraron de los precios salieron corriendo: les pidieron hasta 1.000 dólares por una entrada.

Los que sí pudieron pasar y alentaron durante todo el partido fueron los barras de River, Vélez, Ferro, Morón, Los Andes, Temperley, Nueva Chicago y hasta de Excursionistas. ¿Cómo obtuvieron los tickets?. Un misterio. Eso sí, algunos de los violentos prefirieron palpitar el desenlace del partido afuera, tomando unas cervezas, a cambio de una buena cantidad de reales. “Con lo que vendí la entrada, me quedó una semana más acá“, dijo uno. Otro pequeño grupo no pudo con su genio: cuando se jugaba la segunda etapa, saltó una valla y se metió en el Maracaná.