Los candidatos famosos, fuente inagotable para atrapar votos

Scioli es uno de los tantos que surgió como crisis de la política tradicional. Muchos ya están borrados del mapa porque se quemaron, otros pelean por subsistir. Recordemos algunas figuritas.

Este sitio se ocupó recientemente de la carrera política del ex campeón de motonáutica, Daniel Scioli. Desde su ascenso, en la época de Carlos Menem, hace 20 años, hasta su ocaso, en el kirchnerismo, tras la derrota presidencial frente a Mauricio Macri, en diciembre de 2015.

Pero, en una “Argentina de locos”, Scioli no constituye una excepción, pues otros deportistas, periodistas, actores, cómicos y locutores, incursionaron en el arte de captar votos para servir (¿servir, realmente?) a los ciudadanos desde un puesto de poder. Sea por motus propio o, generalmente, tentados por dirigentes profesionales que veían en ellos la zanahoria ideal para atrapar votantes.

Sin agotar la lista, ExpedientePolítico, hace el repaso de algunos  casos emblemáticos:

De origen humilde (el “changuito cañero” de Tucumán que empezó a popularizarse en “El club del clan” en la década del ´60), Ramón “Palito” Ortega irrumpió con la soga arrojada por el patilludo Carlos Menem.

Tras una incursión por los Estados Unidos y la representación de Frank Sinatra, el cantautor fue tentado para disputar la gobernación de su provincia y sepultar las aspiraciones del duro general Antonio Bussi, más tarde condenado por delitos de lesa humanidad. Así, fue mandatario entre 1991 y 1995, y luego senador desde esta fecha al 2000.

Duhalde lo adoptó en 1999, llevándolo de escolta en su frustrado intento por alcanzar la Presidencia en representación del Partido Justicialista (PJ) y la Unión de Centro Democrático (UCeDé). El vendaval de 2001 lo barrió del mapa.

En el 2010 se lo vio apoyando la campaña del singular Alfredo Olmedo, candidato a gobernador por Salta. Hoy, a los casi 76 años, revivió con su repertorio de entrañables canciones que hablan del amor.

Alguien que sobrevivió, aunque oscurecido, a los avatares de las disputas políticas, de las que escapó espantado, luego de haber visto “algo raro”, no es otro que el ex piloto de Fórmula 1 y actual senador nacional Carlos Alberto Reutemann.

Dos veces gobernador de Santa Fe, “Lole” (se lo apoda así porqué de chico decía “voy a ver a lo lechone”), se vinculó con el PJ en los ´90 menemistas, desde una visión conservadora y asociada con los intereses agropecuarios. Usualmente parco, cada tanto irrumpe con declaraciones explosivas.

Siempre tironeado por los políticos, se opuso al kirchnerismo y en 2015, apoyó a Macri para Presidente. Siempre rechazó competir por el sillón de Rivadavia cuando vio “algo feo”.

Fallecido en 2010, a los 75 años, Juan Carlos Rousselot, fue primero un locutor famoso por su voz y sonrisa en la televisión (relató fútbol y boxeo) en los ´70. Eso fue antes de acercarse  a un personaje siniestro, José López Rega, a quien se recuerda por su influencia en la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) durante el último gobierno de Perón, previó al sangriento golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.

Rousselot, chaqueño, alcanzó la intendencia de Morón en los ´80, hasta que fue desalojado del cargo por actos de corrupción con la construcción de cloacas.

Durante la dictadura, su relación con el almirante Emilio Massera, le brindó protección y ya con el retorno a la democracia, en 1983, volvió a la televisión y fue presentador en las presentaciones del inolvidable Herminio Iglesias. Un hijo de Rousselot es hoy funcionario de Macri, en el área de Medio Ambiente, del rabino Sergio Bergman.

Hay muchas figuras para desglosar: Nacha Guevara tuvo un paso fugaz y testimonial. La actriz Irma Roy defendió sus convicciones desde el Congreso. Mirta Tundis, defensora de los jubilados, antes de acceder a una banca de diputada por el Frente Renovador, fue periodista especializada en canal 13.

El ya fallecido José Corzo Gómez, famoso por la frase “con las manos limpias”, que repetía en el viejo noticiero “Nuevediario”, fundó el Partido Blanco de los Jubilados en 1987, pero no llegó al parlamento. Terminó desempeñándose en el PAMI.

Pueden explorarse más nombres: por el PRO, hoy son intendentes el chef Martiniano Molina, en Quilmes y el periodista e historiador Diego Valenzela, de Hurlingham.

El rastreo es inagotable: Diego Brancatelli, se frustró como aspirante a concejal en Ituzaingó; Lidia Elsa Satragno, más conocida como “Pinky” y amiga del intelectual radical Rodolfo Terragno, se atribuyó falsamente haber triunfado en el populoso partido de La Matanza, en 1999. El conteo definitivo fue favorable para el peronista Alberto Balestrini y constituyó una decepción profunda para la Alianza entre la UCR y el Frepaso.

Sin agotar la búsqueda (recientemente el FPV mandó medir en la capital federal al locutor y periodista Gustavo Sylvestre), un notable de los últimos tiempos es el cómico Miguel del Sel, actual embajador de Macri en Panamá.

Dos veces tropezó ante los socialistas en Santa Fe, y no pudo alcanzar la gobernación. Le faltó muy poco. Pero se ve que su vocación política es secundaria.

Dicen que 15 millones de razones lo convencieron para volver a subirse a un escenario con Midachi, el grupo con el que alcanzó gran éxito, junto con el “Chino” Volpato y Dady Brieva, de inocultables simpatías hacia el kirchnerismo.

Los 20 años de la lancha de Scioli y la política del optimismo