Los detalles no dichos de la reunión Alberto-Lavagna

El gobierno recortó una parte de lo hablado con el ex ministro de Economía, quien sigue rechazando la propuesta de entrar al gabinete.

El último 25 de septiembre, Roberto Lavagna volvió a entrar a Olivos para una cena junto al presidente y al Secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Béliz. Hacía un mes y medio que no ingresaba al salón del poder formal.

La comida y la charla fue larga. Con picardía, en el reportaje de Horacio Verbitsky con el primer mandatario, se dejó filtrar un segmento que era el que el oficialismo le interesa ponderar: efectivamente Lavagna le expresó el interés por evitar una confrontación dentro del binomio presidencial, entendiendo que la opción electoral que ganó en la última elección nacional incluye tanto a Alberto como Cristina.

Para presidencia es vital ponderar este aspecto de la visión de un hombre moderado como Lavagna debido a que en el círculo rojo siguen las operaciones para hacerlo pelear con Cristina.

Sin embargo, hubo otra parte de ese relato no expuesto por Verbitsky ni el presidente que fue cuando Lavagna le recomendó mayor autonomía al presidente en la toma de decisiones.

Otra cuestión muy importante y adversa para los intereses de un oficialismo que no encuentra el rumbo económico, fue el contundente rechazo de Lavagna a integrar un recambio ministerial. 

Por ende, quedó claro para Alberto que deberá seguir tirando con este gabinete un tiempo más. Hacer un pequeño retoque no le sirve en la difícil coyuntura.

Enterado Lavagna que parte de sus dichos en la cena privada en Olivos fueron filtrados de forma sesgada, intervino en su Twitter y mandó mensajes claros a las dos puntas de la Grieta.

En el sector lavagnista vieron el cruce de opiniones como altamente positivo para su Jefe político, ya que “se vuelve a instalar la figura de Lavagna como contenedor posible de la crisis” Igual advierten que son conscientes que perdieron las elecciones, y la responsabilidad mayor la tiene el Ejecutivo.