Los detenidos hacen cola en la calle para declarar

El domingo, el programa de Luis Majul, La Cornisa, mostró que en la Provincia, varias comisarias pasan noches enteras con sus puertas cerradas por la falta de efectivos. El problema es más grave porque los calabozos están llenos de presos, a contramano de lo que se recomienda. La situación se extiende al Poder Judicial Bonaerense. En varios despachos judiciales, se está dando una situación insólita: los detenidos, incluso los considerados peligrosos por secuestros extorsivos, esperan en la vía pública (subidos a vehículos particulares o bien en patrulleros) la oportunidad para ser indagados. Ante la falta de espacio para alojarlos a la espera de ser interrogados, en lugares como Morón o La Matanza es frecuente ver detenidos subidos a los vehículos. Obviamente están esposados y vigilados, pero no deja de ser un peligro inminente. Hace poco se conoció que los delincuentes se atreven a copar una comisaría para liberar a uno de los suyos. La situación se da con más frecuencia y demuestra una falla estructural para dar solución a la problemática.