El 80% de los diputados leen sus discursos en el Congreso

Pese a que está prohibido, muchos utilizan esa práctica. El ranking.

Pocos saben que en su reglamento la Cámara de Diputados de la Nación prohíbe que los legisladores nacionales lean durante sus discursos en el recinto. En la Cámara Baja se impone el denominado concepto “usos y costumbres” para un montón de prácticas y eso termina “salvando” a muchos a la hora de leer.

ExpedientePolitico hizo un relevamiento sobre el porcentaje de diputados que incumplen el reglamento y leen la totalidad de sus discursos. La letra fría del mismo indica que pueden tener un apoyo teórico pero no leer su totalidad. El criterio es que cada legislador hable por él y no por lo que le dictan. Un 80% lee la totalidad de sus discursos, algo que fue creciendo desde 1983 en adelante,

Quienes tienen más experiencia ya no necesitan del papel y esos, según el ranking que elaboró este sitio, generalmente son los jefes de bloques, acostumbrados a cerrar los debates y dejar en claro la posición de cada espacio político.

Por otro lado, quienes sí usan el papel y leen, hablan menos, y apenas se conforman con hacerlo en sesiones calientes como fue la del aborto o algunas reformas polémicas.

Dentro del primer grupo, de los que disertan sin machetes, se ubican Mario Negri, Axel Kicillof, Nicolás del Caño, Graciela Camaño y Felipe Solá. Los cinco, todos de diferentes espacios, son de los que más hablan en la Cámara de Diputados y no necesitan de un papel ni de ayudas memorias. Son reconocidos por su oratoria, independientemente de cada una de sus posturas.

Negri, Camaño y Solá tienen un largo recorrido como legisladores y, principalmente los últimos dos, son de los que llevan más años dentro del Congreso.

En el otro grupo, los que leen todo, se ubican caras menos conocidas. Hablan menos que los primeros, pero intentan de a poco ir levantando el perfil, aunque todavía siempre ayudados por los discursos que preparan su equipo de asesores. Ellos son: Martín Pérez del FpV de Tierra del Fuego; la también suereña del FpV, María Emilia Soria; el radical Gustavo Menna; el justicialista José Martiarena; y la neuquina Alma Sapag, quien suele sacar su papel sin ningún tipo de problema.

Si bien el reglamento lo prohíbe, muchos abusan del “usos y costumbres” que está pactado tácitamente entre los diputados. Por lo pronto, en diciembre se renovará la mitad de la Cámara. Veremos si esta tendencia cambiará o seguirá igual.