Los vaivenes de las promesas y la crónica de la tragedia permanente

Desde que estalló la crisis ferroviaria con muertos, el gobierno y el arco político parlamentario poco hicieron para conformar un avance institucional en el control de las mejoras del servicio del Sarmiento. El accidente del sábado último fue casi un calco de la tragedia del 22 de febrero pasado, donde murieron 51 personas, salvo que en esta oportunidad solo hubo 90  heridos. Los familiares de las víctimas de Once vienen reclamando, desde agosto del 2012, la conformación de una Comisión Bicameral de seguimiento de las obras en el Sarmiento, cuestión que no tuvo avances concretos. Florencio Randazzo intentó convencer a los familiares para que fueran ellos los supervisores, algo que suena sensible pero nada institucional. En asamblea los familiares lo rechazaron y ahora recuerdan que la política está en deuda con ellos y la sociedad. ¿Podrá el nuevo Congreso saldar esta deuda?