Macri atraviesa el cuarto paro general mirando al Norte y sin control de la protesta social

En el Ejecutivo viven con cierta resignación el final de la primera versión de Macri presidente. Todo lo que haya para comunicar de aquí en más, dejará muy poco margen para el optimismo.

La agenda del presidente en los Estados Unidos coincidió con el cuarto paro general de los principales sindicatos a la política económica de su gobierno. Los ministros que quedaron en la contención de la difícil parada cayeron en los lugares comunes de los 44 paros generales que acumula la democracia: “Es un paro político“, “las pérdidas económicas serán cuantiosas”.  Tanto en los que protestan como los que sienten atacados han reiterado guiones ya conocidos.

Es tan cierto que existen sindicalistas que utilizan las movilización y los paros como escudo protector a posibles problemas judiciales, como que hay funcionarios sin timing y carentes de una cara social para el manejo de la crisis.

En el medio está la gente y trabajadores que sienten con angustia que sus vidas serán mucho más difíciles atravesando la Tormenta. Difícil de creer la nueva promesa presidencial de que la recesión durará solo un par de meses.

La falta de manejo de los tiempos políticos estuvo dada por Macri que la brindar una nota a una cadena de noticias de los Estados Unidos lanzó su candidatura a la reelección, desde el país del Norte. Casi una réplica de la defensa de Boca regalándole la pelota a River.

Macri exageró los niveles de apoyo que aun tendría su gestión, ubicándola a 38 a 40 puntos. Cualquier encuesta del mercado lo da arañando los 30, como mucho. La señal de decir “voy por la reelección”, en EEUU, parece más una señal de temor hacia adentro de Cambiemos, que de fortaleza hacia afuera (oposición).

El gremialismo encara este cuarto paro general a Macri con una notoria fragmentación. Las dos CTA se adelantaron con una importante movilización que fuer marcando la temperatura de la protesta callejera. Fue ahí donde Pablo Micheli tuvo un discurso desmesurado sobre la relación de los social con la gobernabilidad…

https://youtu.be/bnGysQdmdKY

El Triunviro, quizás en su último gesto en bloque, es el núcleo convocante oficial, desbordado por grupos de piqueteros e izquierda.

Ellos ejecutaron un paro general sin movilización. La fecha tardía y otros menesteres , lo tienen a Juan Carlos Schmid muy cerca de dar el portazo y unirse a polo de Moyano–Palazzo–Pignanelli.

Este último sector gremial puede quedarse con el control de la pelea social con el gobierno sobre el rumbo y sus consecuencias. Preparan una gran movilización a la Basílica de Luján para el próximo 20 de octubre.

El día después todos lo esperan. Los que quieren dialogar para que Macri no se caiga. Los que quieren intensificar el plan de lucha para que la gente no caiga más abajo. Y los de siempre. El gobierno con quien puede trazar una tregua.