Macri firma veto en medio de un fuerte debate de hacia dónde vamos

Hoy vetará la sanción del Senado. A una dura realidad económica, el presidente le agrega una dosis de dramatismo en el Relato.

El presidente tendrá su segunda derrota política de sus dos años de gestión. La primera fue cuando debió dar marcha atrás, a un marco tarifario planificado por Aranguren, y que ahora debe  volver a acelerar por presiones del FMI.  En ese momento, no se quiso pagar el costo político y se instrumentó el discutido gradualismo.

Sobre marchas y contra marchas, tuvo un botón de muestra también cuando gran parte de la oposición rodeó el Congreso , en una marcha que tuvo serios incidentes , para rechazar la  la Reforma previsional. Nació como un gobierno reformista y por ahora solo debe conformarse con administrar el angosto desfiladero de la supervivencia.

Las muertes del 2001 son un complejo argentino,  internalizado en todo gobernante que sucedió a esos difíciles. Aún no superado, espanta con solo imaginar que puede volver a suceder.

La señal de un presidente prometiendo eliminar el decreto de Cristina sobre la no injerencia en cuestiones de seguridad interna de las Fuerzas Armadas, movieron alertas y miedos.

La señal que se dará es el veto presidencial a la Ley que sancionará el peronismo en el Senado de ponerle freno al tarifazo. Pensar que Pichetto había dicho cuando se dio la media sanción en diputados que “le parecía que el Congreso no debía legislar en definiciones de política ejecutiva”. Ese dirigente rionegrino de cara de pocos amigos , es el mismo que el gobierno empujó a esta “al lado de Cristina”, por la declaración del presidente sobre “la locura”.

La presencia insólita de Pancho Cabrera al lado del primer mandatario en el mensaje grabado al país, como una suerte de apuntador, tuvo que ver con un respaldo al funcionario que viene cascoteado por senadores peronistas.

Se pensó en acudir a la justicia para evitar el veto, pero el decreto de refutación jurídica al planteo del Senado ya está escrito en borrador , y Macri quiere dar un gesto de autoridad hacia el Mundo inversor, que espera más señales. En tanto, las negociaciones con Lagarde se han complejizado y tardarían semanas después del Mundial.

El peronismo “racional” quedó en manos solo de Urtubey. El salteño no quiere ser el candidato perdedor de un peronismo no kirchnerista. Macri la subió a dar pelea otra vez a Cristina. El juego es una suerte de adelantamiento de la campaña. Demasiado fuego, dramatismo a la ya complicada situación socioeconómica enmarcada en una delicado sistema financiero inetrnacional.