Macri reclama mejores defensores de su gestión tras la demostración de fuerza de Moyano

Se habla en la Mesa chica del poder. El lunes habrá gabinete ampliado para bajar línea de fortalecer argumentos y voceros a favor de Cambiemos.

El ninguneo que expuso el gobierno a la masiva marcha de Moyano es solo una apariencia. Si bien Macri cree que el líder camionero estaría llegando a su final, por vías judiciales o por signos de vejez, al oficialismo le inquieta la masa crítica que tiene en las calles.

La primera reacción natural de auto protección ante las imágenes de la multitud criticando a la gestión fue la salida al aire de una serie de ministros que repitieron el mensaje que bajó el presidente: “Fue una marcha de autodefensa para no ir preso”.

Una línea dialoguista cree que no habría que descartar volverse a sentar con Moyano, aunque el primer mandatario no se imagina en esa foto. La última vez que se mostraron empáticos fue cuando Macri, como Jefe de Gobierno, inauguró un busto en homenaje al General Perón. Fue en octubre del 2015.

 

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En este sentido, ExpedientePolítico pudo saber que el gobierno promoverá a voceros más duros para defender la gestión y al presidente. Da la sensación que ya no les basta con el buen humor y el tono esperanza de Marcos Peña, quien cumple el rol de soldado del presidente, como señaló la intelectual Beatriz Sarlo. 

El lunes, en el CCK, habrá catarsis y repaso de las principales líneas argumentativas con el Gurú Jaime Durán Barba. Vidal y Larreta llevarán a su principales colaboradores.

Recordemos que de Chapadmalal trascendió un Macri que arengó y dijo frases picantes: “El Estado no está para limpiarnos el culo” , “La policía está para cuidarnos a nosotros, no a los delincuentes” y “Hacemos trampa porque competimos contra la nada”, sobre la oposición.

El abrazo del radicalismo, a través de su flamante titular, el gobernador mendocino Alfredo Cornejo, llegó en el momento adecuado. El gesto de recibir a la mesa de conducción en Olivos, fue distintivo ante 2 años de sociedad sui generis. Ernesto Sanz, recluido en su terruño y en la profesión de abogado, volvió a hablar con el presidente, y eso también fue significativo.

Cuando siguen sin llegar los brotes verdes, el oficialismo se recuesta en la política y en encontrar un Relato convincente.