Macri trata de sobrevolar los reproches internos: “¿Dónde están tus ex ministros?”

Su viaje a Asunción de Paraguay levantó polvareda. Un ex presidente que basa su regreso en los contactos de “amigos”.

¿Para qué cambiar si le ha resultado antes? Macri suele repetir las fórmulas “del éxito”. Un vicio que tiene casi toda la dirigencia local, carente de innovaciones en la visión del futuro.

Su viaje a Paraguay, abrazándose a viejos amigos y montado en su flamante cargo de titular de la Fundación FIFA, responde a una estrategia de reposicionarse en un rol de líder regional anti populitsta.

Las especulaciones de medios k, sobre que viajó para fugarse o llevando cosas misteriosas en un maletín, fueron alimento de la Grieta mediático social.

Lo cierto es que su reunión con el ex mandatario y presidente del Club Libertad, Horacio Cartés, no figuró en la agenda oficial de la FIFA.

Antes de emprender el regreso desde Asunción, en el vuelo privado, Macri se congració con un medio local naturalizando su paso por el país vecino. Su reivindicación a la “cuarentena inteligente” paraguaya fue todo un mensaje hacia el gobierno de Alberto.

Como político, nunca abandonó las analogías futboleras. Sabe que el haber dado el paso de independencia paterna, llegando de Jefe de gobierno a presidente de la República, es una deuda eterna que atesora con el mundo Boca.

Al ser derrotados sus candidatos en Boca, la doble vara de perder la reelección frente al kirchnerismo y quedar afuera del manajo del club, implicaron un viraje en su estrategia política.

Alberto lo dijo en una suerte de sincericidio: “A duras penas somos dos los que queremos cambiar el mundo, uno está en México, Andrés Manuel López Obrador”. El eje Trump-Bolsonaro extraña la figura de Macri sobre todo en su diatriba frente al régimen venezolano.

Hace días,  tuvo que escuchar reproches de <strong>Miguel Ángel Pichetto</strong>, quien le facturó se casi el único que lo defiende: “¿Dónde están tus ex ministros?” , le tiró el ex candidato a vice.

Mauricio sigue orgulloso con aquella organización del G20 realizada en Buenos Aires. Siente que esa politica de integración internacional es su ficha potable de presentación en una escalada “anti capitalista” que puede dejar el final la pandemia.

Claro que los amigos que cosechó afuera no le alcanzan para recuperar imagen interna. Hasta con sus propios colegas de Juntos por el Cambio está teniendo notorios ruidos. Hace días,  tuvo que escuchar reproches de Miguel Ángel Pichetto, quien le facturó el silencio: “¿Dónde están tus ex ministros?” , le tiró el ex candidato a vice.

Se referió a Nicolás Dujovne y tantos otros ex Ceos que parecen haber olvidado su opción por la agenda pública.

La relación con el tándem Horacio-María Eugenia es complicada. La moderación y el dialoguismo de ellos incomodan al ex presidente, quien apunta a lo binario como antídoto del paso inevitable del tiempo.