Macri va por la reforma laboral posible

Comenzaron las negociaciones gradualistas con los sindicatos. Cuáles son los puntos en que se puede avanzar.

Macri sigue siendo gradualista para los mercados y ajustador para la oposición radicalizada. Quizás ni una cosa ni la otra. Lo que falta es una configuración real hacia dónde se va. Sus recursos de pruebas y errores, marcan a fuego una gestión que no puede abrirse mas allá de una transición ordenada.

La reforma laboral entró como un nuevo caballito de batalla y tiene de ser el “tema” de los dos últimos años de gobierno. El fin de semana, el presidente del bloque de diputados del PRO, Nicolás Massot, aclaró que no habrá un paquete de reformas a la brasilera sino un paso a paso, es decir acuerdos tripartitos sector por sector. No habrá una gran ley marco.

Al Triunvirato de la CGT estas desmentidas seriadas, desde Triaca a otros referentes menores, les quitó peso y culpa para desinflar cualquier medida de protesta masiva, antes del 22 de octubre.

Mientras, hay campo fértil para avanzar como por ejemplo el blanqueo de trabajadores que siguen en negro, consensuando con empresarios y sindicatos las nuevas reglas de juego. A la vez, fragmentar vacaciones, adaptar el trabajo al marco de las nuevas tecnologías, y premiar el presentismo son cambios que caen de maduro ante la dinámica del Siglo XXI.

Ahí el gobierno tendrá claro con quiénes puede hablar un lenguaje común, sindicalistas jóvenes, con un recambio generacional que empuja para ir desplazando las caras de siempre. Mientras tanto, tienen injerencia en la mesa chica los Gordos. Sus principios son adaptables a los fines últimos, y es que no se les toque el status quo por el cual a sobrevivido décadas como los dinosaurios de Susana.

Armando Cavalieri es uno de esos aliados que tiene Macri. Y en el Gobierno tomaron nota y exhiben por el momento dos acuerdos modelos: el sellado con los petroleros, en Vaca Muerta, y el de los lecheros de Atilra a partir del derrumbe de SanCor.

Otro ítem sensible son las pasantías que se han colado en la reforma educativa “confusa”, impulsada por Larreta, y que como respuesta tiene la quinta semana de tomas unos 30 colegios porteños.

Están los opositores acérrimos a la reforma está el titular del bloque de diputados del FPV, Héctor Recalde, quien fue acusado por el gobierno de propiciar la industria del juicio: Con un gobierno neo liberal, que en estos 20 meses no impulsó ninguna ley positiva para los trabajadores, no sería descabellado pensar que quiera intentar una flexibilización laboral”.

Otros sectores dispuestos a modernizar la discusión pero sin irse a extremos que vulneren derechos básicos. El Farmacéutico Marcelo Peretta opinó: “Un blanqueo laboral es bienvenido siempre y cuando comprenda el respeto a cada convenio laboral. Blanquear un trabajador sin equipararlo con sus compañeros, es contrario al principio de igual remuneración por igual trabajador”.