Macri piensa qué hacer con el modelo sindical

Ya sin su líder, las 62 Organizaciones agitan viejos reclamos y replantean la relación con el Gobierno, que dudad entre seguir bancando o tomar distancia.

La reunión con el ministro de Trabajo Jorge Triaca, culminó con viejas promesas por ahora incumplidas. Los gremios chicos nucleados en las 62 Organizaciones discuten un nuevo liderazgo ante la muerte del dirigente gremial del campo, el Momo Venegas, un aliado estratégico que Macri perdió.

Su sucesor en el gremio, Ramón Ayala, lideró la reunión que tuvo una catarata reclamos tales como que el Ministerio atienda trámites,  expedientes y convenios que están cajoneados desde que Macri asumió como presidente.

El Momo, permanentemente, insistía con el primer mandatario en que estos gremios pequeños había que fortalecerlos para frenar la avanzada del Triunvirato Cegetista , en el que nunca confió porque decía “patean en contra de que a este gobierno le vaya bien”. Quería construir “otro modelo sindical”.

Macri tuvo su día peronista, en el último día del trabajador, con un acto que el Momo le había organizado a medida en el estadio Ferro. Ahora, esa foto quedó atrás.

El apoyo crítico, que vinieron manteniendo los 80 gremios de las 62, está en debate, sobre le punto de cual será las alianzas que el gobierno quiera rearmar con el mundo sindical y sobre todo el costo político de apoyar un rumbo incierto en lo social.

Quedó conformada la nueva mesa de conducción con Ayala (UATRE) como nuevo titular de las 62 secundado por José Ibarra (Taxistas), Marcelo Peretta (Farmacéuticos y Bioquímicos) y Horacio Valdez (Vidrios), este último con posibilidades de liderar el nuevo tiempo de este bloque gremial.

Una de las preocupaciones centrales fue aclarar que participación tuvo el gobierno en la intervención de algunos gremios como el SOMU y Canillitas. Triaca aclaró fueron temas judiciales y puntuales.

La Rosada mira con recelo la posibilidad de que la CGT Azopardo convoque a un paro antes de las elecciones de octubre aunque tiene la promesa de Antonio Caló que dijo: “Por ahora no, en octubre hay elecciones y tenemos que abocarnos por la unidad del peronismo”.

El Triunviro está dividido en sus apetencias electorales. Algunos con Randazzo otros con Massa, mientras el titular de la Bancaria los corre pos izquierda con Cristina.

El Gobierno debe decidir si rearma el bloque sindical pro oficialista que venía construyendo el Momo. En el camino hay intereses cruzados.

Triaca es casi un mimado de los Gordos y su ministerio es manejado en la segunda linea por el  Secretario de deTrabajo, Ezequiel Sabor, un hombre de siempre de Luis Barrionuevo y sus intereses.