Macri y un almuerzo quirúrgico con dos miembros de la Corte

Intentan bucear futuros fallos que pueden comprometer las finanzas. Rosenkrantz no garantiza mayoría automática.

En un gesto inusual, el presidente Macri y su ministro de Justicia almorzarán con las nuevas autoridades del Alto Tribunal, es decir el titular Carlos Rosenkrantz y su vice, Elena Highton de Nolasco.

Solo dos en una mesa de cinco. Se dirá oficialmente que corresponde institucionalmente un encuentro con las cabezas del cuerpo de la cúspide de al pirámide judicial. Sin embargo, la Corte tras un fuerte debate interno y al recibir el convite de presidente, decidió ir con una representación acotada.

Todavía resuenan los tambores del enfrentamiento interno entre Rosenkrantz y Lorenzetti por el manejo de la Comunicación de la Corte, a través del  Centro de Información Judicial (CIJ), el portal, en el que se difunde fallos y resoluciones judiciales.

El gobierno habla de almuerzo de camaradería en lo formal. Sus operadores husmean el futuro fallo de carácter previsional que involucra alrededor de 150 mil demandas contra el estado. Hay cerca de 15 mil millones de pesos en juego.

El fallo saldría antes de fin de año y hoy tiene un resultado de posible revés para el gobierno, ya que Rosatti, Lorenzetti y Maqueda votarían a favor de los derechos de los demandantes. El expediente ya tiene el tilde de las respectivas asesorías de los ministros para tratarse en acordada.

Parte el análisis de un caso testigo, el del jubilado Lucio Orlando Blanco, quien se retiró  en el 2003 con un haber inferior a la mitad del sueldo promedio.

La Sala II de la Cámara de la Seguridad Social, con los votos de los jueces Nora Carmen Dorado y Luis Herrero, le dio la razón a Blanco quien debería cobrar una jubilación superior en un 31 % a la que le ofrece la ANSES con la Reparación Histórica.

El gobierno trazó el plan de Reparación Histórica haciendo renunciar a futuros juicios a una masa importante de jubilados 1 millón 300 mil pero afuera quedaron otros cientos de miles. Hay quienes piensan que este esquema jurídico deja un gris abierto que será aprovechado por estudios jurídicos atentos.

Cómo salga la cuestión de fondo del fallo más allá de la razón que le den al jubilado Blanco es el quid del nivel de preocupación que azotará al ejecutivo. Es posible que le den la razón pero no extiendan los alcances del fallo a los demás casos. Si es así, el gobierno podrá tener cierto alivio.

Otra letra chica importante de la futura definición será que coeficiente jubilatorio se tiene en cuenta a la hora de pagar las sentencias. La actual Reparación Histórica le ahorra al estado un 40 % de los montos demandados.

La nueva composición de mandos de la Corte generó realineamientos que no son automáticos ni definitivos. En palabras de un asesor de uno de los cortesanos:” cada ítem tendrá sus respectivas mayorías”.

Por ejemplo, a partir del caso del represor Miguel Etchecolatz, ya se puede hablar de una nueva mayoría en cuestión de derechos humanos, en el que el voto de minoría es Rosenkrantz, quien votó a favor de favorecerlo con la domiciliaria.

La Corte puede ser diferente a aquella de la mayoría automática menemista de los 90, que bajo la tutela de defender la emergencia económica plancharon las demandas de miles de jubilados que en algunos casos debieron acudir a la Comisión de Derechos Humanos internacional para ser escuchados. Sus deudos con suerte pudieron tener duna década después algún resarcimiento..