Malestar en el Vaticano con el embajador argentino por abusivas contrataciones

La diplomacia del Vaticano está enojada, según cuentan allegados al Papa. En una etapa de austeridad bancada por Francisco, no se ve con buenos ojos las contrataciones que pidió el flamante embajador argentino en Roma.

Roberto Carlés, que inauguró su investidura con un duro discurso interno a los diplomáticos de carrera, autorizó un par de contrataciones de asesores por cifras que oscilan entre 2 a 3 mil euros. 

Una de ellas es la de la secretaria privada, Paula Paz, la novia uruguaya del corresponsal de Télam Hernán Reyes Alcaide.

Reyes ingresó a ese codiciado destino de corresponsal en Roma por sus nexos con La Cámpora y sobrevivió en el macrismo. Su padrino político habría sido Eduardo Valdes. En la diplomacia de carrera temen que sus vínculos personales con la flamante secretaria privada de la embajada sea motivo de filtraciones periodísticas.

Reyes Acailde tiene buena llegada al Papa, cuestión que le permitió publicar un libro de conversaciones con el Sumo Pontífice.

Fuentes de la Cancillería aseguran a este medio que hay “pedidos de contrataciones” pero todavía no se concretaron. Y agregaron que “los salarios de la embajada en Italia los fija la Cancillería italiana”. Las mismas fuentes agregaron que “casi el 50% del personal de la embajada en Roma está en edad de jubilarse”.

Carlés, hombre de Eugenio Zaffaroni, entró a la embajada pidiendo mayores sacrificios y eficiencia a los funcionarios de carrera. Su segundo, Diego Alonso Garcés, dijo a los presentes: “Hace 20 años que esta embajada no funcionan ahora todo va a cambiar, el trabajo y los horarios…”.

Es posible que dichas palabras le estén cobrando un fuerte interna, pero la embajada argentina en Italia es un derroche de empleados. ¿Hacía falta nombrar más?

Un sueldo de 3 mil euros está muy por encima de gran parte del personal histórico de la embajada que cuenta con más de 10 años de antigüedad.