Malestar en las Fuerzas Armadas por el “reformismo” de Defensa

El ahora ex Jefe del Ejército, General Diego Suñer, logró tener su ceremonia de despedida. Se la habían negado y se respaldó en su protectora, Lilita Carrió, quien amenazó con estirar sus diferencias con Oscar Aguad.

Suñer mandó dos mensaje claros en su discurso de relevo. Primero se quejó por el incumplimiento de un aumento salarial para la fuersza que había prometido el antecesor de Aguad, quien ahora llegó con el libreto de ajuste.

Tras ese pie, fue directo a oponerse al plan de venta de terrenos de la fuerza a los que se destinarían negocios inmobiliarios. Suñer dijo : ” somos profesionales y depositarios de un importante patrimonio que se nos ha entregado  para el cumplimiento de nuestra misión…”, en clara alusión al plan reformista.

La inquina del uniformado no es tan solo con Aguad y los Excel de Lopetegui , sino también sobre el Jefe del Estado Mayor Conjunto, Teniente General Bari del Valle Sosa. Muy influyente sobre las autoridades políticas y que representa la herencia del Milanismo. Su tejidos hicieron por ejemplo que ubicara a su esposa en el despacho del Presidente Provisional del Senado, Federico Pinedo.

El problema que parece incapaz de resolver Aguad es la Grieta sin precedentes que aqueja al menos a dos de las fuerzas: Ejército y la Armada, está última aun sacudida por la desaparición del Submarino.

En tanto, las promesas de abrir una licitación para empresas privadas y seguir la búsqueda se ha desechado lo que ya al llegar a los familiares generó una fuerte decepción. Creer que habría algún resultado con caza recompensas es al menos, una mentira irresponsable.