Mamadera!!, el viernes negro de Alberto

El viernes 20 M quedará, de no mediar uno peor, como el día en que quedó en evidencia toda la debilidad política del presidente.

El presidente quedó escuálido ante un día que no le salió una. Comenzó la jornada con una errática entrevista radial donde mandó al Congreso a hacerse cargo del debate por las retenciones al campo. Una confesión de parte que no puede mantener en pie ante presiones del kirchnerismo que sí quiere aumentarlas. Ni siquiera en esa intención de desembarazare de la conducción del debate tiene en cuenta que la Cámara de Diputados no quiere saber nada de ese temario.

“Necesito que el Congreso entienda la problemática y acompañe llegado el caso”, ya que —reconoció— “puedo mandar mañana el tema de retenciones al Congreso, pero lo voy a perder, si tengo a toda la oposición haciendo tractorazos”, expresó casi a modo de súplica.

Al mediodía, participó de un acto supuestamente a su favor organizado por la UOCRA. Su Secretario General sindical, Gerardo Martinez, le habló al presidente como si fuera su empleado ineficiente y le terminó obsequiando delante de todos una lapicera. Humillación en vivo y en directo.

En paralelo, su flojo equipo de comunicación debió llamar a las redacciones para intentar parar una noticia que se hizo viral en las redes y medios profesionales se hicieron eco. En realidad, quien primero difundió el “escándalo de la mamadera” fue la agenda de noticias NA.

NA señaló que las compras fueron hechas a través de la Unidad Médica Presidencial (UMP), a cargo del doctor Federico Saavedra.

“Con motivo del nacimiento del pequeño, la UMP adquirió un nebulizador pediátrico, por 9.745 pesos; una aerocámara lactante Aerospacer, por $2.550; una aerocámara Infantil bivalvular San up, por $1.284; una mamadera Avent Classic Plus 260, por $1.999; y dos Avent Classic Plus 125, por un total de $1.198”. Una cifra ridículamente menor pero que otra vez expuso al primer mandatario en su ética pública.

Mortificado, el secretario General de la presidencia, Julio Vitobello, pidió a su equipo que frenara el avance de la noticia y salieron a aclarar que es un deber de la unidad presidencial el bogar por la salud de los presidentes y su familia.

La noticia, entre tanta debilidad presidencial y mala gestión de gobierno diaria, parece chiquitita pero son de esos detalles que termina de erosionar una imagen pública.

Gerardo Martinez también le dijo en su oratoria de reto que el gobierno debería dedicarse a mejorar la gestión publica y dejar las internas en otro lado. No se lo dijo a Cristina sino en la cara a Alberto. Al acto fue un solo gobernador, el sanjuanino Sergio Uñac, casi por obligación  de devolución de gentilezas. Los demás brillaron por su ausencia. Popes sindicales e intendentes tampoco se hicieron presentes.

Lo último del viernes negro de Alberto fue que impedido de hacer cambios de gabinete a su piacere, inventó una reestructuración en la cual el secretario de Comercio, Roberto Felletti, pasará a depender del Ministerio de Economia desde la órbita del Ministerio del Producción en la que se hallaba orbitando de líbero Cristinista, ¿Quién domará a quien entre Guzmán y el controversial funcionario?

El miércoles de censo, el presidentes se subió a la “fiesta del Indec” confundiendo otra vez roles institucionales y para colmo la fiesta no fue completa ya que hubo muchas quejas de gente que estuvo esperando a los censistas y nunca llegaron.

En la previa de la última reunión de gabinete, Aníbal Fernández intentó salir a bancar a Alberto y dijo entre otras cosas que “Cristina se corrió de la gestión”. ¿ Alguna vez estuvo? O la intención quizás real sea, ante la decepción hacia el elegido, es dejarlo al desnudo.

Horacio Caride