María Julia Olivan: “Lo de Barone es una canallada”

La panelista estrella de Intratables habló con Expediente sobre su actualidad en la tele y la pesada herencia de 678. Una feliz mamá todo terreno.

Volviste a Intratables, ¿cómo te sentiste y cómo se dio tu regreso?

Estuve muy cómoda, por suerte. Mi vuelta es algo que venía hablando con Del Moro hace varios meses y por suerte lo pudimos concretar. Fue importante haber podido combinar lo de ir al programa dos veces por semana y seguir priorizando la crianza de mi hijo y estar siempre junto a él. Eso inclinó la balanza para volver. Se dio todo, y este esquema de trabajo me permite hacer las dos cosas y estoy feliz.

¿Notaste cambios respecto a tu primera participación en Intratables?

Los cambios son del país, no del programa. La primera etapa de Intratables fue en pleno debate del kirchnerismo y antikirchnerismo. Ahora, la agenda va para otro lado. Tal vez hay menos tensión. El programa va creciendo con periodistas de primer nivel, siempre hay caras nuevas y se va reinventando de alguna manera.

¿Cuál es el secreto de Intratables?

Es un programa que habla de actualidad pura y plantea debates, y en el que están representadas todas las miradas. Es un programa vivo, que tiene un pulso muy claro de lo que está pasando afuera.

¿Qué balance haces de tu paso por Radio Nacional?

Fue excelente y me dio mucha pena irme. Hubo muy buena onda, tanto que las autoridades, el equipo de producción y mis compañeros me hicieron una despedida y me pidieron que siguiera. Fue hermoso, pero quería dedicarme a mi hijo.

Tu hijo, un motivo que te lleva a meditar cada propuesta laboral

Sí, claramente. La gente me pregunta por qué no estoy todos los días al aire. Y la respuesta, todas las respuestas, están vinculadas a él. A Intratables voy dos veces por semanas por él. ¿Por qué me fui? Por él. Caso contrario estaría todos los días, porque tener un programa diario es excelente.

¿Cómo quedó la relación con tus ex compañeros de 678?

No tengo ningún tipo de relación con nadie. Ni con Barragán, ni con Barone y tampoco con Brienza, menos después que me insultaron.

¿No hubo opción de juntarse y acercar las partes? ¿Tomar un café y aclarar el asunto?

No. Apenas compartí dos meses de trabajo. No somos amigos, no tenemos relación. Sí tengo buena relación con Cavito y con Carla Czudnowky, a la que conozco hace 20 años. El resto eran compañeros de trabajo, no iba más allá del horario de trabajo.

¿Qué opinas de la decisión de Barone de hacerle juicio al estado?

Me parece una canallada. Porque trabajó políticamente con la plata de los argentinos por un proyecto político, y cuando ese proyecto político perdió las elecciones pretende cobrar como si fuese empleados del estado. Lógicamente que está en su derecho de hacerlo.

Macri calificó su primer año de gobierno con un 8, ¿estás de acuerdo?

No sé qué calificación le daría. El balance es que si bien en un año no se pueden ver resultados y cambiar todo lo malo que se hizo durante un década, sí creo que el gobierno tiene que poner acento en amortiguar la problemática social que está habiendo por la inflación, las tarifas, las subas de precios. Es una cuenta pendiente y espero que la pueda saldar.

La última, ya un clásico de las entrevistas de ExpedientePolítico. ¿Qué personaje te gustaría entrevista y por qué?

Al Papa Francisco, sin dudas. Es un líder mundial, que tiene una mirada interesante, con visión de futuro. Me resulta un personaje muy atractivo.