Martiniano cocinado

No fue bueno el arranque de gestión del intendente de Quilmes,  Martiniano Molina. El cocinero del Pro no escucha ni es receptivo a los que le dijeron que se rodeara de gente experta en política. Todo lo contrario, todavía no se repuso del sinsabor de la renuncia de su jefe de gabinete. Ariel López, debió presentar la renuncia  por haber trabajado como funcionario de la última dictadura entre el 82 y 83. El mismo dato estaba cuando fue funcionario de Mussi en Berazategui. La vara alta que puso Martiniano para cambiar las cosas le explotó en la mano.