Más de 7000 llamados por la recompensa de los prófugos

La recompensa de 2 millones de pesos que ofreció el gobierno apenas se fugaron los tres prófugos, generó una catarata de llamados con supuestos datos.

Según fuentes oficiales que conducen el operativo de búsqueda, desde entonces hay un promedio de 700 llamados diarios. “Hay días que recibimos menos y otros más, en promedio son 700 pero la mayoría se descartan”, detalló a Clarín un funcionario que participa del comité de crisis. La cuenta es sencilla. Unos 7000 llamados en apenas diez días. Es un promedio altísimo, más del doble que otros casos de enorme repercusión mediática en la Provincia como el de Melina Romero, una joven de 17 años que apareció muerta en septiembre de 2014, un mes después de su desaparición. En ese caso, el promedio de llamados no superaba los 300 por día.

La recompensa millonaria por los prófugos encendió todas las alarmas. Pero la mayoría de esas “pistas” se descartaron casi de manera automática. “Hay de todo, pistas falsas, gente que quiere embarrar la cancha y muchos pícaros que se quieren ganar la recompensa”, admitió ayer un funcionario. Del total de llamados recibidos en el 911 de la Policía Bonaerense (el mail está habilitado, pero casi no se usa), hasta ayer se habían judicializado apenas 583.

Muchos de esos datos fueron evaluados por el comité de crisis, que conduce el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, y reúne representantes de las fuerzas de seguridad de la Provincia y federales, por expresa directiva del presidente Mauricio Macri. El comité se reúne varias veces al día. A veces se suman la ministra nacional Patricia Bullrich, y el secretario, Eugenio Burzaco.

Desde la fuga, la investigación se trabó con decenas de datos falsos. Apenas comenzó la búsqueda, una persona dijo haberlos visto en la provincia de Misiones, cerca de la frontera. Horas después, el ministro de Gobierno de San Juan, Emilio Baistrocchi, confirmó que un sanjuanino se presentó en Tribunales y aseguró haber visto a los prófugos a bordo de una camioneta Volkswagen Amarok blanca. Los datos nuncaron se pudieron confirmar.

Hasta ahora se sabe, con algún grado de certeza, que los prófugos estuvieron en la quinta de Marcelo Menlyk, alias “El Faraón”, donde recibieron ayuda. Luego habrían estado refugiados en una quinta de Chascomús hasta el tiroteo en la localidad de Ranchos, en la madrugada del 31 de diciembre, que dejó a dos policías heridos. Ayer a la mañana volvieron a aparecer en la provincia de Santa Fe.

Fuentes de la investigación destacaron como “esencial” el paso de la investigación a la Justicia federal, que finalmente ordenó los allanamientos de ayer. “No estábamos trabajando cómodos con los fiscales de la Provincia”, admitió un funcionario nacional. Eso explica los cruces con la procuradora bonaerense, María del Carmen Falbo, a quien se acusa de haber influido sobre los fiscales. El fiscal de Azul, Cristian Citterio, está en su cargo desde 2011. Dos años después, Falbo lo nombró interinamente como fiscal general con apenas dos años de antigüedad. El concurso para cubrir ese cargo sigue estancado.